Una cárcel construida en 1939 habilitada para acoger a 1.262 reclusos pero donde viven unos 1.700 presos. El controlador general de prisiones francés ha presentado un informe en el que denuncia la «violación de los derechos fundamentales y un trato inhumano y degradante de los detenidos».
Según el informe del controlador general, Jean-Marie Delaure, el centro tiene una sobresaturación del 138 por ciento lo que comporta el hacinamiento de los reclusos, falta de higiene y de servicios elementales. Otros problemas que recoge el informe son la insalubridad, instalaciones viejas y violencia. Según el máximo responsable de la inspección carcelaria las autoridades públicas no cumplen con el principio de «preservar a las personas detenidas de todo trato inhumano y degradante».
También denuncia la falta de personal de vigilancia, ya que en algunas ocasiones un solo guardia debe responsabilizarse de unos 200 reclusos. Eso facilita que se produzcan numerosos actos de violencia, abusos y agresiones entre los detenidos.
No es la primera vez que el controlador general presenta estas denuncias y hasta ahora las autoridades se han abstenido de tomar medidas para mejora las condiciones de los reclusos. Ya en 2005, el «Comité Europeo para la Prevención de la Tortura» se refirió al centro de les Baumettes, como un lugar «repugnante».
Delaumette ha pedido a las ministras de justicia y salud a que resuelvan un problema que considera «alarmante». No es el único centro penitenciario francés que presenta estas preocupantes condiciones. Hace un año se presentó un informe similar sobre la prisión de Numea, en el departamento de ultramar de Nueva Caledonia. En 2012 Francia ha batido el récord de población carcelaria.
Ver imágenes recogidas en el informe del Controlador General