Incertidumbre y tensión en la última jornada de la fase de grupos de este Mundial de fútbol femenino. Victoria, empate, derrota, diferencia de goles... rara vez quedan tantas cosas por decidir hasta el último minuto.
En el Grupo A, Holanda que no pudo pasar del empate con la anfitriona Canadá, aprendió la importancia de los pequeños detalles, ya que cedió su segunda plaza a China con la que empataba a casi todo, pero a la que no consiguió ganar. Tienen una nueva oportunidad en octavos, donde se medirá en un partido nada fácil, a la actual campeona Japón.
Este hecho es gracias al sistema clasificatorio de este mundial que otorga la clasificación a las mejores terceras de grupo, hasta completar el cupo de octavos. Lo mismo ocurre con las europeas Suiza y Suecia, terceras de su grupo que harán frente a Canadá y Alemania respectivamente, en partidos que serán muy difíciles.
Precisamente Alemania junto a Noruega, cumplieron ganando sus partidos contra Tailandia y Costa de Marfil. A Noruega le espera otra europea en octavos, Inglaterra, que empató a puntos con Francia colocándose segunda de grupo tras ganar a las colombianas. Las Cafeteras que también se clasifican como otra de las mejores terceras de grupo. Francia pasa como primera gracias a los 5 goles marcados frente a México y luchará su pase a cuartos contra Corea del Sur.
La sorpresa se daba en el Grupo E. Se enfrentaban Costa Rica a Brasil y Corea del Sur a España. Mientras que en el otro partido se mantenía el empate, las chicas de la Roja jugaban una extraordinaria primera parte. Hacían sufrir mucho a la defensa rival con constantes ataques y presionando la salida del balón. Así en una internada de la española Marta Corredera (a banda cambiada e imponiendo su gran estado de forma) sobrepasó a sus rivales y dio un peligroso pase atrás desde línea de fondo, que Vero Boquete aprovechó para estrenarse en este Mundial con su primer gol, dejando virtualmente clasificada a España. Las ocasiones para la Roja se sucedían, y confirmaban la gran primera parte de esta selección que llegaba al descanso con una renta suficiente, pero pequeña en relación con el peligro creado por las de Quereda. Por otro lado, Costa Rica y Brasil seguían en tablas en un enfrentamiento donde Brasil esperaba más y Costa Rica no podía permitirse el lujo de conformarse.
Ya en la segunda parte la intensidad de las españolas decayó, aunque siguieron teniendo ocasiones claras que no lograban materializar frente a una gran Kim Jung-mi que salvo al conjunto surcoreano en varias ocasiones. Las primeras situaciones de peligro por parte de Corea del Sur no hacían más que avivar las dudas en las españolas. Fue en el minuto 52 cuando un centro desde el lado derecho era rematado por Cho So-hyun. Quien sola en área pequeña batía a Ainhoa Tirapu y colocaba el empate a uno en el marcador.
Este gol fue un duro golpe para las españolas y convirtió el encuentro en un partido de ida y vuelta que no beneficiaba al conjunto español. Pese a ello, el guión frente a portería era el mismo con claras ocasiones que la Roja no conseguía convertir en gol. La mala suerte iba a cebarse aún más con las españolas pues, lo que era un centro de Kim Soo-Yun acabo convirtiéndose en un preciso disparo que sorprendió a Tirapu y se convirtió en el gol que hacia soñar con el pase a octavos a la selección de Corea del Sur. Un gol que adelantaba a Brasil (en el otro encuentro) confirmaba aún más este sueño, pero por otro lado también beneficiaba a las opciones de la selección española.
Las jugadoras de la Roja siguieron empujando hasta el final en un trabajo irreprochable, consiguiendo (con el tiempo prácticamente cumplido y en lo que sería la última jugada) una falta al borde del área, especialidad de Sonia Bermúdez. Sonia ejecuto el disparo lanzando por encima de la barrera y (en lo que es un ejemplo y reflejo del paso de esta selección por el Mundial) golpeando en el travesaño. Sorprendentemente Brasil y Corea del Sur pasan a octavos donde les esperan Australia y Francia. Mientras Costa Rica y España abandonan este mundial, siendo la Roja la primera selección europea en volver desde Canadá.
Entendamos el estreno y los primeros goles históricos de la Roja en este Mundial como el primer paso de una carrera en la que nos acostumbren a verlas y donde el tiempo, (seguro más pronto que tarde) nos reporte éxitos.
Tras el pitido final, solo quedan los sabores dulces y sonrisas de las clasificadas, y el amargor y melancolía del regreso anticipado a casa. Y es que esto es fútbol, femenino sí, pero fútbol. Que al igual que la vida misma puede hacer sentir el poder de la victoria; el conformismo del empate; o el dolor de la derrota, todo ello en tan solo 90 minutos.
Pero el Mundial femenino no ha acabado ni mucho menos. Los buenos partidos y emoción que esta fase de grupos nos ha dado, esperamos verla elevada exponencialmente en octavos, donde se concretaran los claros candidatos a este Mundial.