YAOUNDÉ, (IPS) - Maya Stella, gerente de un restaurante en la capital de Camerún, ya no usa plástico para envolver los alimentos que vende a sus clientes. Lo ha sustituido por hojas de banana o plátano, porque son naturales y considera que utilizarlos con este fin es parte de la cultura africana.
Las prácticas de envolver alimentos en Camerún han cambiado con el paso del tiempo. Tradicionalmente, la población empleaba hojas de banana para cubrir el «corn-fufu» -comida típica a base de harina de maíz-- y hasta el puré de boniato. La textura resbaladiza de las hojas impide que la comida quede pegada. Pero en los últimos años el plástico fue reemplazando a las hojas. El aroma de las mismas, que daba un sabor específico al corn-fufu, fue desapareciendo, haciendo que el producto se fuera volviendo más bien insulso. «Los alimentos tienen realmente un buen sabor cuando se envuelven en hojas de banana», dijo la profesora Agatha Tanya, nutricionista en la Universidad de Yaoundé 1.
El secretario general del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Patrick Akwa, elogió el regreso gradual a las hojas vegetales como un paso importante hacia la protección ambiental. «Los plásticos usados se degradan muy fácilmente en el ambiente si no se eliminan de modo adecuado, pero las hojas de banana pueden tirarse porque se descomponen naturalmente», explicó.
Pero el motivo más importante por el que Stella volvió a estos «tradicionales papeles de envoltorio» fue un informe que oyó en la radio estatal, que señalaba que usar plástico para envolver alimentos era peligroso para la salud humana. Escuchó que esos materiales «pueden causar cáncer», por lo que decidió proteger a sus clientes, según nos explicó.
La alerta la dio Maurice Dikonta, un conferenciante e investigador químico de la Universidad de Yaoundé 1, quien desde hace 15 años estudia plásticos y polímeros. Guiado inicialmente por su interés académico, Dikonta cree ahora que sus conclusiones pueden ayudar a salvar vidas. «Cuando uno quiere que esos plásticos sean manejables, agrega lo que se llama plastificantes. Moléculas que los vuelve blandos, o suaves, o flexibles, como los que se usan para envolver alimentos. Estos plastificantes no permanecen en el plástico tras introducirlos en un horno microondas o si se emplea para envolver alimentos calientes», explicó. «En esas condiciones, los plastificantes se evaporan y penetran en los alimentos. Así que cada vez que uno come un alimento envuelto en plástico, en realidad está consumiendo esos plastificantes, que son tóxicos», añadió.
El doctor Henry Besong, de la Hope Clinic en Yaoundé, nos dijo que la sustancia química tóxica hallada en el plástico es el bisfenol A (conocido por sus siglas inglesas BPA). El BPA es un compuesto orgánico que se emplea en la fabricación de resinas para revestir latas de alimentos y bebidas y en plásticos como el policarbonato, materia prima de biberones, botellas de agua, equipos deportivos, dispositivos médicos y dentales y electrodomésticos. «El BPA imita al estrógeno femenino, y puede causar cáncer de mama y baja producción espermática en los hombres», sostuvo Besong.
En un informe del estadounidense Environmental Working Group figura un listado de algunos de los peligros que puede causar la exposición al BPA, entre ellos anormalidades cromosómicas y en el sistema reproductivo, lesiones cerebrales y neurológicas, cáncer y problemas cardiovasculares. Pero la exposición a esta sustancia tóxica no solamente ocurre a partir del consumo de alimentos envueltos en plástico. El BPA se deposita en los materiales con los que entra en contacto, como los alimentos y el agua. Esto significa que usar biberones que contengan BPA pone en riesgo la salud de los bebés.
Sudáfrica fue el primer país africano en prohibir la «manufactura, importación, exportación y venta de biberones», mientras que, en Asia, Malasia planea prohibir totalmente el BPA este año. China, otrora líder mundial en la fabricación de biberones, prohibió en junio el uso de esta sustancia en su elaboración, y también la importación y venta de otros productos que contengan BPA.
La Unión Europea y países como Brasil, Canadá, Costa Rica y Turquía ya prohibieron o restringieron los productos que contienen BPA. Y en abril, la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos decidirá si limita el uso de esta sustancia en los envoltorios de alimentos.
Los cameruneses tienen que dejar de envolver alimentos en plástico porque «no es sano», afirmó la nutricionista Agatha Tanya. Recomienda sustituir este material por hojas de banana y plátano, dado que «no solo no implican riesgos, sino que dejan un muy buen sabor».
Algunas radios comunitarias en Camerún se hicieron eco de la advertencia y llevan a cabo campañas masivas contra el uso de los envoltorios plásticos. En Oku, una localidad de la región noroccidental, la respuesta a la campaña «La voz de Oku» fue tremenda. «Ya no puedo usar plástico para envolver alimentos», dijo Marceline Yula, un ama de casa de ese poblado, agregando que la salud de su familia no debe comprometerse.
Pero todavía hay mucha resistencia. Dikonta señaló que incluso su esposa es reticente a sus advertencias. «Ella sostiene que los alimentos están presentables envueltos en plástico», dijo. Según Dikonta, la prensa, las agencias del gobierno y las autoridades políticas, religiosas y tradicionales, deben llevar a cabo campañas de concienciación sobre los peligros de usar plástico para envolver los alimentos, especialmente cuando estos están calientes.