La Comisión Europea ha reaccionado con cautela al discurso del primer ministro británico, David Cameron, que volvió a arremeter este viernes contra la inmigración europea en Reino Unido. Propuso un plazo de seis meses para que los europeos que llegan encuentren trabajo o que hayan vivido cuatro años en el país para poder cobrar las ayudas estatales.
El portavoz comunitario Margaritis Schinas, dijo que las ideas del premier británico «Tendrán que ser examinadas sin dramatizar y deberían ser discutidas con calma y cuidado. Corresponde a los políticos nacionales luchar contra los abusos del sistema y la legislación de la UE lo permite», señaló el portavoz sin mencionar los cambios en los Tratados que proponía Cameron.
En su discurso, que pronunció en una fábrica de las afueras de Londres, Cameron dijo no descartar «nada» si en la UE no se atienden sus demandas, en una alusión clara a una posible salida de la Unión. El primer ministro repite como un mantra el asunto de la inmigración europea y el referéndum para proponer la salida de la UE cada vez que sus posibilidades de repetir mandato se tambalean.
El discurso lo pronunció al día siguiente de que se hiciera público que mo podrá cumplir la promesa electoral de controlar la inmigración.
Los españoles están entre los comunitarios que más han optado por trasladarse a Gran Bretaña en el año que concluyó en septiembre de 2014. Unos 45 600, un nueve por ciento menos que el año anterior. En 2013, España, fue el segundo país que más inmigrantes envió a Reino Unido, por detrás de China y por delante de India, Australia y Polonia.
El Partido para la Independencia de reino Unido (UKIP), que encabeza Nigel Farage, reclama que imponga cuotas para inmigrantes.
Para la UE la movilidad de los ciudadanos es importante y está protegida por los tratados. Para cambiarlos es necesario que los 28 Estados miembros y sus respectivos parlamentos estén de acuerdo.