«Reino Unido funciona. Reino Unido funciona bien. ¿Por qué romperlo?» Escribe David Cameron en su blog y dice a la región que no rompa una unión con Inglaterra que comenzó hace 306 años. El primer ministro británico reconoce que Escocia podría prosperar como país independiente. «Sé de primera mano que la contribución de Escocia y los escoceses han colaborado al éxito de Gran Bretaña. Para mí la cuestión no reside en saber si Escocia podría ser una nación independiente».
Prosigue planteando que «la verdadera cuestión es saber si Escocia sería más fuerte, más segura, más rica y más equitativa dentro o fuera del reino Unido?. Todos los grandes partidos británicos hacen campaña para convencer a los escoceses de que no se vayan.
Mientras que el Partido Nacional Escocés (SNP), que gobierna en Escocia, ha publicado la semana pasada una hoja de ruta hacia la independencia, incluso ha dado ya la fecha de su proclamación, en 2016. Primero en 2014 se realizará un referéndum de autodeterminación. «Es como ir directamente a los créditos del final antes de ver la película», dice Cameron.
El premier británico recuerda el elevado nivel de autonomía del que disfruta Escocia, que tiene parlamento propio, incluso sugiere que podría darle más competencias.
Este lunes el Gobierno británico publicará el primero de varios documentos en los que analizará las implicaciones legales y constitucionales de un posible triunfo del «Sí». Según el último sondeo realizado entre enero y febrero, un 32 por ciento de escoceses votarían a favor de la independencia, frente a un 47 por ciento que querrían permanecer unidos a Gran Bretaña.
La separación de Escocia crearía problemas. Entre otros, la flota de submarinos nucleares Trident tiene su base en Escocia, o la pérdida de ingresos por el petróleo del Mar del Norte o la presencia de Gran Bretaña en los foros internacionales e incluso en la UE.