Graziano da Silva hizo referencia a un informe publicado esta semana por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que prevé graves perturbaciones a la agricultura debido a los cambios en los patrones climáticos.
«Tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para mitigar, adaptar y, lo más importante, cambiar a sistemas alimentarios más sostenibles», señaló, añadiendo que «se trata de una de nuestras responsabilidades fundamentales».
Las personas más pobres en el mundo son particularmente vulnerables al cambio climático, aseguró, debido a que el impacto en la producción agrícola se sentirá con más fuerza en las zonas de producción ya marginales en las que viven.
El mayor énfasis de la FAO sobre la agricultura familiar sostenible fue otro de los temas clave de la intervención de Graziano da Silva ante las delegaciones asistentes a la conferencia bienal que gobierna las actividades de la FAO en la región de Europa y Asia Central.
En particular, subrayó la nueva iniciativa regional de la FAO que pretende reducir la pobreza rural mediante el apoyo a los agricultores familiares y los pequeños campesinos, centrándose en las tecnologías de producción sostenibles, la cuestión de la tenencia de la tierra, el acceso a los mercados y la diversificación de ingresos para la población de las zonas rurales. Asimismo, la FAO asesorará a los gobiernos nacionales sobre políticas y estrategias en favor de la agricultura familiar y la producción a pequeña escala.
Una segunda nueva iniciativa regional de la FAO para 2014-15 se ocupará del comercio agroalimentario, mejorando la capacidad de los países para participar de forma más eficaz en el comercio agrícola regional e internacional y poder cumplir con las normas internacionales para el comercio de alimentos.
Asimismo, la FAO colaborará con los países para combatir las pérdidas y el desperdicio de alimentos, indicó Graziano da Silva.
«Las últimas estimaciones de la FAO apuntan a la necesidad de aumentar la producción agrícola en un 60 por ciento para alimentar a la población mundial en 2050», advirtió. «Si pudiéramos reducir –añadió- la pérdida y el desperdicio de alimentos a la mitad de su nivel actual, el aumento de la producción tendría que ser sólo del 25 por ciento».
La región de Europa y Asia Central de la FAO cuenta con 53 países miembros y una organización miembro (la Unión Europea). La Conferencia Regional para Europa concluye el viernes 4 de abril.