Sacar un billete de autobús o dinero de un cajero supone para muchos europeos con alguna discapacidad toda una batalla. Está en marcha un proyecto de varias empresas e instituciones de la UE, que en España dirige «La Caixa», para conseguir tarjetas personalizadas que puedan usarse en máquinas que hablen, que cambien el tamaño del texto, el color o que simplifiquen la interacción con el usuario.
Uno de cada seis ciudadanos europeos padece algún tipo de discapacidad y 87 millones de personas ya son mayores de 65 años en los 27 estados miembros. Ramiro Sánchez Crespo, director de Cajeros de «La Caixa» y responsable del proyecto señala a euroXpress, que «es un proyecto orientado a la personalización de Terminales Digitales Públicos para permitir superar las barreras de accesibilidad existentes que personas con algún tipo de discapacidad afrontan en la interacción con estas máquinas, tales como cajeros automáticos y máquinas expendedoras de billetes. También se buscan soluciones para ayudar a las personas que no están familiarizadas con las tecnologías de la información, como puede ser el caso de personas mayores».
Según un último estudio de la UE, solo el 38% de los cajeros automáticos tienen capacidad de voz, frente al 61% de EEUU y casi la totalidad en Canadá. En este proyecto europeo se trata de buscar nuevas fórmulas de interacción entre las personas y las máquinas. «El objetivo de proporcionara los usuarios la posibilidad de llevar memorizada en su tarjeta financiera actual la configuración del uso de los terminales multiservicio que mejor se adapte sus necesidades y preferencia, es decir, los terminales públicos se adaptan al usuario y no al revés. Los terminales serán capaces de cambiar el tamaño del texto, los colores de fondo o las opciones de salida de la voz, e incluso podrán añadir contenido o ayudar a simplificar la interacción, entre otros cambios», dice Sánchez Crespo, quien asegura que se investiga bajo el principio de «diseño para todos». «Cualquier colectivo con problemas de accesibilidad, del nivel que sean, es un colectivo al que hay que encontrarle una solución para que el uso de nuestros cajeros automáticos sea lo más accesible posible».
Iniciado el 1 de abril de 2011 y con una duración aproximada de 3 años (dos de desarrollo y uno de observación de resultados), el proyecto APSIS4A11 cuenta con una financiación de 3,41 millones de euros por parte de la Comisión Europa, la mitad de su presupuesto global. La Caixa dirige el proyecto en España, pero en él participan empresas e instituciones de diferentes países europeos, como Fundosa Technosite S.A. (TECHNOSITE), Barcelona Digital Technology Centre (BDIGITAL), Höft & Wessel AG (H&W), E. ON Westfalen Weser AG (PADSP), John Gill Technology Ltd (JOHN GILL), AbilityNet (ABILITYNET), Fondazione Ugo Bordoni (FUB), Centre for Research and Technology - Hellas / Informatics and Telematics Institute (C.E.R.T.H.), Egal Plus SARL (EGAL), SoVD-Landesverband Niedersachsen e.V. (SoVD), Center for Usability Research and Engineering (CURE).
No habrá restricciones para los usuarios. «Cualquier persona que quiera beneficiarse de la mejora de accesibilidad que este proyecto proporcionará, en el piloto español, liderado por «la Caixa», sólo tendrá que registrar su perfil y necesidades de usuario. Esta información se grabará en su tarjeta financiera y, a partir de ese momento, la interface del cajero se adaptará a sus necesidades ofreciéndole: Menús de alto contraste, operativa simplificada, guía por voz, ayuda en lenguaje de signos, navegaciones con botones y letras más grandes, menús definidos por el cliente, posibilidad de navegar mediante las teclas cursoras del teclado del cajero, etc. Además, al disponer de unidad de lectura contactless, simplemente acercando la tarjeta al lector (ubicado en la mesa del cajero) se activará la operativa correspondiente», cuenta el responsable español en el proyecto.
Los ensayos empezaron en diferentes cajeros automáticos de Barcelona en septiembre del año pasado y este mes han empezado en Alemania (Paderborn), en las máquinas expendedoras de billetes de transporte. «APSIS4All se encuentra actualmente en las fases iniciales de desarrollo y conceptualización. Sin embargo, una parte muy importante del proyecto ya está en marcha: hemos empezado con el despliegue de la tecnología contactless en cajeros en Barcelona y Baleares. Y, en paralelo, se está procediendo también en estas dos áreas, a la distribución progresiva de las tarjetas contactless, que serán la base para el almacenamiento de los datos del perfil con las necesidades del usuario para la futura aplicación del proyecto» que, según Sánchez Crespo tendrá un lanzamiento a nivel nacional de esta tecnología con finalidad comercial.
Al tratarse de un consorcio formado por entidades de diferentes países, exige un nivel de coordinación y planificación que obliga a «avanzar con prudencia». La Caixa confía en disponer del entorno adecuado en el primer trimestre de 2013.