Pero el estado de la cuestión es también la lucha contra el cambio climático, la sostenibilidad y, en el horizonte, la cumbre de Copenhague. El presidente extremeño, Fernández Vara, asegura que Extremadura va a ser un referente en política energética.
Pero no sólo el extremeño. Todos se apuntan al carro hasta el punto de que el Comité ha presentado un libro blanco que ha denominado «Gobernanza Multinivel». Bromas de la jerga comunitaria. Es lo mismo: que se den más espacios a los entes locales para aplicar estrategias de desarrollo sostenible. Espacio=poder. La subsidiariedad.
El presidente gallego, Nuñez Feijoo, no ha pedido poder, ha pedido pasta. Sin más. Se ha ido a ver a Barroso y le ha dicho que Galicia no pierda de manera abrupta los fondos que hasta ahora viene recibiendo de la Unión por ser considerada región Objetivo 1. Vamos, que le dé cuartelillo, que hablando se entiende la gente, que uno se acostumbra a un tren de vida y no te puedes quedar de golpe compuesto y sin novio.
Es curioso que, por una vez y sin que sirva de precedente, las comunidades llamadas históricas no han pedido poder, espacio, protagonismo... no, no: han pedido pasta. Y Europa, sí, han pedido más Europa. Lo ha hecho el lehendakari en su bautismo comunitario. Patxi López quiere que Bruselas, o sea todos, tome medidas contra piratería. La de los barcos, la que tiene secuestrados a los marineros del Alakrana.
Aquí habla todo el mundo para ver si alguien le escucha y toma nota. Para eso está el Comité de las regiones. Para hablar y para pedir. Y puestos a pedir, pues más protagonismo para los entes regionales y locales en la estrategia comunitaria para el crecimiento y el empleo, lo que se dio en llamar Estrategia de Lisboa, que ahora todos quieren someter a revisión aunque el resultado todo el mundo lo conoce. Pues eso, a pedir. En el fondo nadie se ha extralimitado. El Comité de las Regiones es un organismo consultivo de la UE. Pues menos mal que nadie les ha preguntado. Juan Cuesta para euroXpress