Malmström, asegura que la legislación de la UE no permite una rápida reacción en caso de avalancha de inmigrantes. Volver a imponer visado a un país tarda unos dos años como mínimo. Así que propone una cláusula de salvaguarda que permita volver a introducirlo con terceros países en «circunstancias excepcionales y bien definidas».
La comisaria ha admitido problemas con Serbia y Macedonia los que junto a Montenegro tienen exención de visados desde 2009. Así mismo el pasado noviembre la UE aprobó la medida para los ciudadanos de Albania y Bosnia-Herzegovina que desearan viajar a los Estados de la zona Schengen por un máximo de tres meses y que estuvieran en posesión de un pasaporte biométrico. En los últimos meses han llegado numerosas denuncias de Estados miembros, como Bélgica, que afirman que hay un flujo creciente de peticiones de asilo infundadas procedentes de esos países.
La medida responde también a la reticencia europea de mantener abiertas sus fronteras con los disturbios y el nuevo escenario de los países del norte de África.
Los ministros de Interior de los veintisiete examinarán la propuesta de la Comisión en la próxima reunión de junio.
La medida se aplicaría de forma temporal en situaciones de emergencia bien definidas. Tras la notificación de los Estados miembros afectados, la Comisión evaluará la situación teniendo en cuenta el número de países afectados y tomará la decisión. El Parlamento Europeo y el Consejo tendrán derecho de control.
La Comisión propone también, establecer diálogos sobre migración con los países del norte de África en los que se deben abordar todos los aspectos que plantea la situación. Una de las posibilidades para gestionar la llegada de personas desde esos países es establecer asociaciones con cada uno de ellos en cooperación con los Estados miembros de la UE.
Informe de Inmigración y Asilo 2010
España no permitió la entrada a 290.000 extranjeros, le siguen muy de lejos, Polonia, con 22.800 y Reino Unido con 16.300, según informa Eurostat.
De todas las personas rechazadas la inmensa mayoría 280.000, lo fueron en las fronteras terrestres, solo unos 8.000 en los aeropuertos y 230 en las costas. También fue el Estado de la UE desde el que más extranjeros regresaron voluntariamente a sus países de origen y el tercero que más permisos de residencia concedió detrás de Reino Unido e Italia.