Barroso calcula cinco años para completar la Unión Monetaria y Económica (UME). Algunos de los pasos que requiere este camino que traza la Comisión Europea se pueden adoptar con los Tratado existentes. Otros requieren modificaciones que den nuevas competencias a la Unión.
José Manuel Barroso ha dicho en la presentación del plan, que para superar la crisis de confianza que está afectando a las economías y a los medios de vida de los europeos hay que dar una prueba tangible «de la voluntad de los europeos de unirse y avanzar con decisión para fortalecer la arquitectura en los ámbitos financiero, fiscal, económico y político en los que se basa la estabilidad del euro y de la Unión».
Para ello todas las opciones de política económica y fiscal de los Estados miembros estarán coordinadas y serán aprobadas y vigiladas en el ámbito europeo. En el Plan se incluyen medidas a corto, medio y largo plazo dependiendo de que dependan de la modificación o no de los actuales Tratados.
A corto plazo, entre 6 y 18 meses, la prioridad absoluta es la puesta en marcha del Six pack aprobado por el Parlamento Europeo en Octubre de 2011, o los dos paquetes de medidas que están a punto de aprobarse.
Los Estados miembros deberán llegar a un acuerdo antes de finales de este año sobre el mecanismo único de supervisión de los bancos. Después tendrá que crearse otro mecanismo único que pueda hacer frente y solucionar los problemas que puedan presentar algunos bancos. Cuando se llegue a un acuerdo sobre el presupuesto plurianual que ahora se discute, se debe establecer un «instrumento de convergencia y competitividad» que apoye las reformas estructurales en los Estados miembros necesarias e importantes para el buen funcionamiento de la Unión Económica y Monetaria (UEM). Se basará en acuerdos puntuales que se establecerán entre cada país y la Comisión.
A medio plazo, entre 18 meses y 5 años, seguirá un fortalecimiento de la conducta conjunta de política presupuestaria y económica, que incluirá la política fiscal y el empleo. En la zona euro debería establecerse un instrumento fiscal especial con recursos propios que proporcione apoyo suficiente a la reestructuración de las grandes economías que tengan dificultades. También se considerará un fondo de rescate con estrictas condiciones y eurobonos que puedan ayudar a reducir la deuda y a estabilizar los mercados financieros.
A largo plazo, a partir de 5 años, en lo que será la última etapa se debería poder establecer un presupuesto común y autónomo. El marco de gobernanza económica establecido debería permitir la emisión común de deuda pública.
La versión final de esta propuesta la elaboran de forma coordinada el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi y el presidente del Eurogrupo Jean-Claude Juncquers, lo presentarán a discusión al Consejo Europeo que se debe celebrar los días 13 y 14 de diciembre.