La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, dice en un comunicado estar profundamente entristecida por estas tragedias: «En los últimos días y las últimas semanas hemos sido testigos de un número cada vez mayor de personas que huyen de Libia e intentan llegar a las costas europeas, en particular a la isla de Lampedusa. La muerte ayer de más de cien personas es otro ejemplo terrible de la desesperación humana».
El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Franco Frattini, ha pedido que OTAN abra una investigación formal sobre la supuesta falta de ayuda de una de las naves de la Alianza a un barco de inmigrantes que llegó este jueves a la isla de Lampedusa procedente de Libia. La embarcación había estado a la deriva varios días con 300 inmigrantes a bordo y fue socorrida por un barco chipriota y dos patrullas de la guardia costera italiana. Los pasajeros aseguran que cien de sus compañeros murieron de hambre y asfixia durante el viaje.
La comisaria Malmström ha recordado que todos los buques tienen la obligación de prestar ayuda aquellos que viven una situación de emergencia en el mar, con independencia de su nacionalidad, su estatus o las circunstancias en las que se encuentran en ese momento. «Urjo a todos los países y a todas las organizaciones a hacer todos los esfuerzos para garantizar la protección de esas vidas», ha dicho la representante de la Comisión Europea, quien también ha insistido en que los socios de la UE y los países terceros de la región tienen que cooperarpara coordinar operaciones de rescate y encontrar un lugar seguro para eldesembarco de las personas socorridas.
La comisaria asegura que Bruselas ha importantes esfuerzos para proteger a quienes huyen del norte de África, pero reconoce el fracaso de las políticas migratorias europeas cuando dice que la aceleración de un programa de reubicación de toda la UE y la acogida de un mayor número de refugiados -con más lugares de recepción y aligerando los procedimientos de salida de quienes esperan ser reubicados en las áreas fronterizas con Libia, en particular de Egipto y Túnez- demostrarían una mayor solidaridad y un compromiso muy necesario con estas personas.