El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha calificado de «lamentable» que el anterior gobierno incumpliera su compromiso de déficit el año pasado y pide al actual ejecutivo que acelere las reformas. «Consideramos muy importante que España se ciña a sus objetivos fiscales y garantice que se cumplan en 2012 y 2013», ha dicho.
Rehn asegura que esta es «una crisis de confianza» que es necesario restaurar con una «determinación coherente para cumplir los objetivos». No solo eso, la tasa de paro española preocupa especialmente en la eurozona y Bruselas exige actuaciones: «Espero que las autoridades españolas concreten las medidas anunciadas recientemente para restaurar la sostenibilidad fiscal, que avancen rápidamente en la preparación del presupuesto de 2012, y que adelanten la reforma del mercado laboral para combatir el nivel inaceptablemente alto de paro, especialmente el juvenil», ha apuntado el comisario europeo.
El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, se estrenaba en las reuniones con sus colegas europeos y allí ha explicado las prioridades económicas del gobierno. De Guindos ha asegurado que la estrategia planteada «fue francamente bien recibida».
Sin embargo, todo apunta a que las previsiones del gobierno español se pueden quedar cortas. El Fondo Monetario Internacional ha hecho pública este martes su revisión de las perspectivas económicas y empeora drásticamente la previsión de déficit para España que llegará hasta el 6,8% en 2012 y hasta el 6,3% en 2013, muy lejos del objetivo comprometido por Madrid con Bruselas, 4,4% y 3%, respectivamente. La deuda pública, según el FMI, seguirá aumentando en España. No solo eso, el organismo internacional valora «las señales» del gobierno del PP, pero pide un equilibrio entre recortes y crecimiento.
Los responsables del Fondo apuntan también malas previsiones para Italia que, como España, seguirá en recesión en 2013, y para Francia y Reino Unido, países que tampoco llegarán a cumplir el objetivo de déficit del 3% en 2013. El FMI considera que la zona del euro es el principal foco de tensiones e incertidumbres económicas en la economía global.