El portavoz de Comercio de la UE, John Clancy, ha señalado que «acciones como ésta forzosamente transmiten una señal negativa a los inversores internacionales sobre el clima de negocio y de inversiones en Bolivia». Son los mismos términos que usó Bruselas para reaccionar ante la expropiación de YPF en Argentina.
El gobierno español afirma, sin embargo, que ambos casos no son comparables. Según el ministro de Economía, Luis de Guindos, Bolivia ha garantizado que va a compensar a REE por los costes invertidos, aunque «este tipo de decisiones no gustan al Gobierno español porque creemos que es fundamental mantener la seguridad jurídica en el proceso de inversiones».
REE ha asegurado que la decisión de nacionalizar la sociedad Transportadora de Electricidad (TDE), donde la compañía española posee el 99,94% de las acciones, «no tiene un efecto relevante en los negocios y en la cuenta de resultados del Grupo». Según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la aportación de TDE a la corporación es del 1.5%.