Las primeras medidas económicas aprobadas por el gobierno de Rajoy han sido contundentes y responden a una situación «extraordinaria y no prevista», según la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha explicado que el déficit público llegará al 8%, dos puntos más de lo estimado por el anterior gobierno socialista.
Ante esta desviación de las previsiones, que corresponde al gasto de las comunidades autónomas, el gobierno ha adoptado un acuerdo de no disponibilidad de gasto por valor de 8.900 millones de euros y un aumento de los ingresos de 6.200 millones, que incluyen una subida temporal del IRPF y del Impuesto de Bienes Inmuebles.
El recorte del gasto, como «nunca se ha hecho en la historia de la Hacienda Pública española», en palabras del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, afectará a todos los departamentos ministeriales. Se congela el sueldo de los funcionarios y el salario mínimo, entre una amplia batería de medidas que, según la vicepresidenta, son solo «el inicio del inicio».
La oposición en bloque ha criticado duramente el paquete aprobado por el gobierno del PP. El PSOE lo ha calificado de «gran fraude democrático» y ha dicho que se trata de un ajuste «injusto e ineficiente». Para Izquierda Unida, el gobierno ha decidido gravar más a los trabajadores que a las rentas de capital. Los sindicatos creen que es una «mala señal» y la patronal CEOE considera que son medidas»necesarias aunque no sean decisiones agradables».
La Comisión Europea aplaude los recortes
Sin embargo, el vicepresidente y comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, lamenta en un comunicado la «considerable desviación» del objetivo de déficit marcado para 2011 en el 6% y señala que lo más importante ahora es que España «sigue totalmente comprometida» en la senda de la consolidación fiscal y está determinada a corregir su déficit excesivo en 2013, como está previsto.
Rehn advierte además de que es «crucial» mantener el impulso de las reformas económicas y fiscales para ayudar a la consolidación y crear más y mejores puestos de trabajo. En ese sentido, afirma que las reformas estructurales, en particular la del mercado laboral y la del sector financiero, anunciadas para principios de 2012 son «esenciales» para reforzar la credibilidad de la economía española y volver a una senda de crecimiento sostenible.
A comienzos de diciembre, el comisario europeo afirmó que «es extremadamente lamentable que España tenga un desempleo de más del 20%. Es una clara muestra de la necesidad de reformas estructurales en el mercado laboral y de otras medidas para aumentar las posibilidades de empleo». Rehn anunció entonces que, a partir de enero, comenzaría a expedientar a los países con desequilibrios excesivos, pero no quiso aclarar si se abrirá un procedimiento sancionador a España.