El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, considera que las opciones están claras: elegir entre la quiebra de algunas compañías aéreas o permitir que se concedan ayudas públicas por las circunstancias excepcionales.
La Comisión europea, en consecuencia, prepara ya un marco regulatorio para compensar las pérdidas que las aerolíneas están teniendo por el cierre del espacio aéreo europeo que ha provocado la nube de cenizas volcánicas, más de 150 millones de euros diarios.
Será un plan similar al aplicado tras los atentados del 11-S y que ahora tiene el respaldo del Tratado de Lisboa, que prevé «ayudas destinadas a reparar los prejuicios causados por desastres naturales o por otros acontecimientos de carácter excepcional.»
En cualquier caso, la Comisión elabora el marco, pero la concesión de ayudas corresponde a los gobiernos nacionales. La portavoz de Competencia, Amelia Torres, Bruselas velará por que las compensaciones cumplan los requisitos de no ser discriminatorias, de ser proporcionales a los daños y calculadas con precisión. «No podrán concederse ayudas disfrazadas a la reestructuración a compañías que ya estaban en dificultades antes de la crisis provocada por el volcán.»
El primer ministro británico, Gordon Brown, ha ido más allá al pedir que las ayudas procedan de fondos europeos. «Debería haber un enfoque europeo compartido y espero que podamos ver un fondo de solidaridad europeo u otros fondos que se usan para ayudar no sólo a las aerolíneas sino también a la gente que ha quedado bloqueada». De momento no hay respuesta europea a su planteamiento. euroXpress