Un informe del comité de Derechos Humanos de la Asamblea del Consejo de Europa asegura que los gitanos son víctimas de los prejuicios de los europeos, como lo han venido siendo en siglos. Cambian las circunstancias pero no los protagonistas en negativo.
Son utilizados como chivos expiatorios por los extremistas capitalizando la incertidumbre económica de la crisis financiera y los miedos de que estén involucrados en la delincuencia , dice ese informe, en el que se citan casos concretos de abusos y discriminación: destrucción de campamentos gitanos en Italia, construcción de muros para separar a la comunidad gitana en Portugal o Rumanía y escuelas separadas en la República Checa.
La Comisión europea abunda en la denuncia y pide a los 27 Estados de la Unión que utilicen fondos de la UE para la integración social y económica de los gitanos. No parece retórica esta vez, cuando se habla de invertir dinero para lograr la inclusión de un colectivo, sin dar ayudas aisladas para perpetuar su aislamiento.
László Andor, comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la UE, ha dicho «que los esfuerzos por integrar a los gitanos tienen que abarcar un ciclo de vida completo, desde las primeras fases del jardín de infancia hasta la educación para los niños, los empleos para los adultos y la asistencia para los mayores de carácter no segregado. Las comunidades de gitanos forman parte integrante de nuestra lucha contra la pobreza y el desempleo...Los gitanos no necesitan un mercado del empleo aparte ni escuelas que prolonguen su segregación y no quieren guetos gitanos renovados. Nuestro objetivo es hacer que los gitanos sean aceptados en términos de igualdad, que estén integrados en la sociedad.»
Con este planteamiento, la Comisión pide que se movilicen los Fondos estructurales, incluido el Fondo Social Europeo, que se tengan en cuenta los problemas de los gitanos cuando se deciden políticas de empleo, desarrollo, salud o ampliación de la UE; y que se aproveche el potencial de las comunidades de gitanos para apoyar el crecimiento.
Según el ejecutivo comunitario, la UE dispone de un marco jurídico sólido para combatir la discriminación y Bruselas ha denunciado a 24 Estados miembros para asegurarse de que la política antidiscriminación se transpone correctamente a la legislación nacional.
De todo esto se hablará el jueves y el viernes en Córdoba, donde la presidencia española de la UE ha organizado la Segunda Cumbre europea sobre los gitanos. euroXpress