Bronca en la Eurocámara

El caso de la candidata a comisaria búlgara, Rumiana Jeleva, se complica. Los socialistas han pedido formalmente a Barroso que la retire de su equipo por las dudas sobre un posible conflicto de intereses y por su incapacidad para el cargo. Barroso, de momento la apoya hasta que se aclaren las circunstancias.

Pero la defensa del primer ministro búlgaro de su compatriota ennegrece aún más el asunto. El Grupo socialista de la Eurocámara le denomina ex guardaespaldas del antiguo dictador comunista. Los populares denuncian una caza de brujas y contraatacan sacando trapos sucios al candidato socialista eslovaco.

Candidatos a comisario europeo en el Parlamento / Foto: PE

Las comparecencias de los futuros comisarios ante el Parlamento europeo han entrado en un torbellino político que puede tumbar al segundo equipo de Barroso. Los socialistas piden la retirada de la candidata búlgara y los populares acusan al candidato socialista eslovaco de racismo ante la comunidad gitana.

El líder de los socialistas en la Eurocámara, Martin Schulz, ha pedido a Barroso que retire a la candidata búlgara por un supuesto conflicto de intereses y por su incapacidad para llevar la cartera de Ayuda al Desarrollo. Los servicios jurídicos del parlamento están estudiando la declaración financiera de Juleva y, de momento, el presidente Barroso la respalda.

La portavoz de Barroso, Pia Ahrenkilde, insistió este jueves en rueda de prensa en que el Ejecutivo comunitario se ha asegurado de que la declaración de intereses de cada candidato cumple las exigencias del código de conducta del colegio de comisarios.

El caso se ha complicado más, al intervenir el gobierno búlgaro en defensa de su compatriota y el primer ministro, Boyko Borisvov, quien aludió a la izquierda parlamentaria como alborotadores de Bruselas. Schulz ha respondido contundentemente: «El ex guardaespaldas del antiguo dictador comunista de Bulgaria no tiene derecho a atacarnos de esta manera». Para el gobierno de Sofía los ataques a Juleva son una maniobra de la oposición de su país y los socialistas de la Eurocámara están apoyando.

Entre los populares europeos no ha habido grandes apoyos a la candidata búlgara, pero denuncian una «caza de brujas» contra la candidata conservadora y ya han encontrado un elemento para contraatacar: el candidato esloveno, el socialista Maros Sefcovic, quien aspira a la cartera de Relaciones Institucionales. Le piden que aclare unas declaraciones hechas en 2005, en las que dijo que los gitanos explotan el sistema de seguridad social. La pelea está servida.euroXpress