Diego García Maroto
La selección española ha quedado eliminada del Mundial después de haber perdido el segundo encuentro de la fase de grupos ante Chile (0-2). Un gol de Vargas y otro de Aránguiz dejan fuera a los vigentes campeones, que volvieron a dar una imagen lamentable sobre un estadio, el Maracaná, que vibró con la clasificación de los chilenos para los octavos de final.
El 1 de julio de 2013, Brasil goleaba a España en la final de la Copa de las Confederaciones, con un Maracaná abarrotado y que fue una caldera en contra de la selección española. Muchos pensaron entonces que se trataba de un bache puntual y que, un año después, los campeones del mundo lavarían la imagen ofreciendo una digna participación en el Mundial. Se equivocaron. En el mismo escenario, los de Vicente del Bosque han caído ante Chile y se despiden del torneo ofreciendo un espectáculo horrible.
El técnico salmantino hizo algunos cambios respecto del partido ante Holanda. Javi Martínez sería la pareja de Ramos en el centro de la defensa y Pedro jugaría por la banda, pasando Iniesta al mediocentro y Xavi al banquillo. No tardaría ni un minuto en avisar la selección de Sampaoli. Vargas, delantero del Valencia, estuvo apunto de firmar el 0-1 con un disparo desde el interior del área que mandó a córner Jordi Alba. Chile dominaba y España estaba demasiado incómoda en el terreno. La defensa, lenta. Iniesta y Pedro, imprecisos. Costa, desaparecido. No obstante, llegaría una de las pocas ocasiones creadas por la campeona del Mundo. Diego Costa no puede rematar con garantías, la pelota queda muerta y Xabi Alonso termina por mandarla al cuerpo de Claudio Bravo.
Vargas y Aránguiz dejan contra las cuerdas a los campeones
Cuando parecía que España empezaba a carburar llegó el primer mazazo. Pérdida de Xabi Alonso en el medio, recupera Aránguiz en la zona izquierda del ataque sudamericano y centra hacia Vargas, que se deshace de Casillas y marca a placer. Primera bofetada de una noche aciaga para los españoles y gloriosa para los chilenos.
Después del gol en contra, tenían que resucitar los europeos. Tenía que marcar un gol para seguir teniendo opciones, aunque remotas, de pasar a octavos y dos para ponerse segunda de grupo. Otra vez Alonso mandaría por encima del larguero un pase de Diego Costa. Después, el todavía jugador del Atlético se encontraría con el lateral de la red en una nueva oportunidad. Por si fuera poco, algunos jugadores españoles comenzaron a jugar a otra cosa. Xabi Alonso le propinó una durísima entrada a Isla, lo que le costaría la cartulina amarilla. Pedro también tuvo un 'detalle' parecido ante Jara aunque no vio el mismo castigo que su compañero. Además, el canario protestó la acción y minutos después aplaudió al árbitro en otra jugada que terminó con balón para Chile.
Justo antes del descanso, la puntilla. Falta que bota Alexis y que Casillas repele. Se producirá entonces un rechace que Aránguiz convertirá en el 0-2. España ya estaba con pie y medio fuera. La sombra de la decepción volvía a asomarse a los rostros de los jugadores españoles de la misma forma que lo hacía con anterioridad a la Eurocopa de 2008.
Sin reacción en la segunda parte
Igualmente horrorosa fue la imagen de los chicos de Del Bosque en la segunda parte. A pesar de todo, salieron enchufados tras el descanso, con ocasiones claras como una de Diego Costa y otra de Busquets tirando fuera una pelota que procedía de una chilena que el 19 no envío a portería. Esa reacción se diluyó con el paso de los minutos. Fernando Torres era el elegido por el técnico para revolucionar el partido, pero, como ocurrió el viernes pasado, no dio resultado. España no tenía alma, no tenía lucidez, no tenía fuerzas... No podía ofrecer fútbol.
Chile no sufrió a partir de ese momento. Sampaoli ordenó a sus muchachos que le entregaran la pelota al rival sin olvidar salir al contragolpe para terminar de humillarle. Y lo entendieron. Isla tuvo el 0-3 en sus botas, pero su intentona en el segundo palo se marchó alta. No tuvo un disparo franco el chileno y no pudo sentenciar. No hacía falta. Maracaná era una fiesta. Los millares de chilenos ya estaban de celebración en las gradas, y probablemente, acompañados por los brasileños.
Se cierra el mejor periodo de la historia del fútbol español. El equipo no ha dado la talla en Brasil y tendrá que hacer penitencia durante los próximos meses. Se avista un relevo generacional en la tricampeona de Europa, que quizá sea dirigido por otro técnico. Cerrará su participación en el Mundial con un intrascendente enfrentamiento contra Australia el próximo lunes. Chile, por su parte, ya está en octavos de final y luchará por ser primera de grupo ante Holanda. Los sudamericanos sí que se lo han ganado.