Desde el 1 de abril, la Federación de fútbol de Bosnia-Herzegovina está suspendida hasta nuevo aviso por la FIFA y la UEFA. Los dirigentes deportivos bosnios no han aceptado la petición de los organismos deportivos internacionales para reformar sus estatutos y elegir un único presidente, al margen de las etnias que codirigen el país. La selección bosnia podría ser expulsada de la Eurocopa 2012.
El fútbol bosnio mantiene una división que se corresponde con la política del país. La presidencia de la Federación de fútbol es rotatoria entre un bosnio, un croata y un serbio, una situación que se toleró tras la guerra de los 90 atendiendo a la solución étnica que se había dado al país.
Pero los comités ejecutivos de la FIFA y la UEFA dieron un plazo hasta marzo para que Bosnia modernizara sus estatutos. El martes se intentó buscar un acuerdo en Sarajevo, pero los serbios bosnios se opusieron con el argumento de que un solo presidente podría perjudicar a su autonomía. La consecuencia ha sido la suspensión automática.
Desde hoy, «ni los representantes ni los equipos de clubes de la NFSBiH tienen derecho a participar en ninguna competición internacional hasta que se resuelva el problema mencionado. Esto significa también que, desde el 1 de abril de 2011, ningún oficial ni representante de la NFSBiH (Federación bosnia) puede participar en partidos o eventos internacionales», dice el comunicado oficial de la FIFA y laUEFA, que lamentan profundamente la decisión y se reunirán en breve para estudiar los pasos por los que «Bosnia-Herzegovina pueda reincorporarse a la familia del fútbol lo más pronto posible».
En algún caso anterior, la fórmula ha sido designar un panel de emergencia para dirigir los asuntos de la federación y permitir que los equipos, árbitros y dirigentes bosnios participen en competiciones internacionales. La selección bosnia participa en la clasificación de la Eurocopa 2012 y su próximo partido está fijado para el 3 de junio en Rumania.
Además del disgusto de los aficionados, la medida puede tener repercusiones políticas. Hay quien entiende que la FIFA y la UEFA castigan así a quienes aceptan sus reglas, bosnios y croatas, y premian a los serbios de Bosnia que se oponen a adecuarse a la normativa internacional.
La Asociación Europea de Clubes (ECA) ha protestado por la decisión, que también impide a los clubes bosnios participar en competiciones internacionales. «Estos clubes pueden ser víctimas de cuestiones políticas dentro de la federación. Los efectos de tal suspensión, impuesta por razones que no tienen que ver con el comportamiento de los clubes, podría ir en detrimento de ellos y sus jugadores», ha dicho su presidente, el alemán Karl-Heinz Rummenigge.