Bielorrusia y la empresa energética rusa Gazprom se han enzarzado en una polémica en la que ambos reclaman pagos atrasados uno de otro. La consecuencia es que el presidente bielorruso, Alexandre Lukachenko, ha decidido cortar el paso de gas ruso por su territorio hacia Europa. Rusia ha reducido las exportaciones a Bielorrusia en un 30% y amenaza con aumentar ese porcentaje.
Un 6,25 % del consumo de gas ruso en la UE pasa por Bielorrusia, o lo que es lo mismo, el 20% de las importaciones europeas de gas ruso. La Comisión europea dice que aún no tiene constancia de que el suministro se haya cortado pero, en cualquier caso, ha pedido a las dos partes que cumplan sus obligaciones contractuales.
Rusia reclama a Bielorrusia pagos atrasados por valor de 200 millones de dólares, por las subidas de precios que Bielorrusia no reconoce con el argumento de que a Ucrania no se le han aplicado las mismas subidas. Por su parte, Bielorrusia reclama a Gazprom 217 millones de dólares por el tránsito de gas por su territorio. euroxpress