Renuncian cuatro ministros del gobierno de Berlusconi como protesta por su forma de ejercer el poder y en medio de un nuevo escándalo sexual que involucra al premier con una menor de edad en costosas fiestas en su residencia de villa Arcore, cerca de Milán.
La renuncia la han presentado el ministro para la Política Europea, Andrea Ronchi, el viceministro de Desarrollo, Adolfo Urso y los secretarios de Estado para la Agricultura, Antonio Buonfiglio y Medio Ambiente, Roberto Menia del partido Futuro y Libertad para Italia (FLI). Otro miembro del ejecutivo, el secretario de Estado de Infraestructura y Transporte, Giuseppe María Reina del MPA, aliado del FLI que lidera Gianfranco Fini, también ha presentado su renuncia.
La dimisión de estos ministros no tiene porqué hacer caer al Gobierno, algo que sucederá solamente si pierde la confianza del Parlamento.
Berlusconi, por su parte, se niega a abandonar el poder aunque las presiones aumentan debido a la grave situación económica y a las continuas revelaciones sobre sus relaciones con menores.
El momento es complicado, la Cámara se encuentra en plena discusión de los presupuestos y cuando estos se aprueben el Primer Ministro intenta recuperar las riendas de la política sometiéndose a una moción de confianza en la Cámara de Diputados ya en diciembre. Todavía si pierde la moción Berlusconi, propone que se convoquen elecciones anticipadas para esa Cámara del Parlamento únicamente. Una medida que se creó al término de la Segunda Guerra Mundial y que no se ha aplicado nunca.