De hecho, podría ser la señora Merkel la que esté ejerciendo toda su influencia para convencer a Weidmann de que no abandone el puesto en el que lleva apenas un año. Jens Weidmann, sustituyó a Axel Weber que dimitió porque no estaba de acuerdo con el programa de compra de deuda que inició el BCE cuando lo presidía Jean-Claude Trichet.

Desde que llegó a la presidencia del Banco Central alemán, Weidmann que era asesor económico de la canciller, ha defendido con uñas, dientes y un lenguaje resuelto las mismas ideas de su antecesor. Hace unos días dijo que la compra de deuda podría ser una adicción para los países con problemas y poco antes aseguraba que su banco no es uno más de los 17 de la Eurozona «Somos el mayor y más importante banco central del eurosistema y tenemos más influencia que muchos».Una verdad incontrovertible, tiene más de 10.000 trabajadores y poco se mueve en la economía de la Eurozona que el Bundesbank no lo autorice.

En la cuestión de los bonos Jens Weidmann dice que va contra los Tratados de la UE y el presidente del BCE, Mario Draghi, no ceja en su empeño de encontrar una fórmula que lo permita.

Según el diario alemán Bild, la idea de dimitir está en la cabeza de Weidmann. La canciller Merkel no cesa de lanzarle mensajes de apoyo. Un portavoz del Gobierno germano ha dicho este viernes que ambos hablan con frecuencia por teléfono. Hace unos días Merkel dijo en televisión que es bueno que Weidmann advierta a los políticos (de lo que no deben hacer) y admitió abiertamente su apoyo al banquero y le animó a que ejerciera la mayor influencia posible en el BCE.

Así las cosas, este viernes se ve con los presidentes de los principales bancos centrales del mundo en la reunión que cada 31 de septiembre tienen en la estadounidense estación invernal de Jackson Hole, quizá alguno de sus colegas le pregunte si piensa permanecer en el puesto. No será Mario Draghi que no va a asistir a la reunión, está preparando el próximo consejo del BCE del 6 de septiembre.