Bélgica asume la presidencia de turno de la UE, el próximo 1 de julio, con un gobierno en funciones; una complicada perspectiva para formar el nuevo ejecutivo, tras el triunfo de los nacionalistas flamencos en las elecciones,;y el fantasma del separatismo siempre sobrevolando la política del país.
Con esa situación interna y con el panorama europeo todavía sin clarificar en sus asuntos financieros, el primer ministro belga en funciones, Yves Leterme, ha presentado las prioridades de su mandato semestral europeo bajo el signo de la continuidad. Desarrollar el Tratado de Lisboa, seguir la estrategia de salida de la crisis y fortalecer la posición europea ante la Cumbre del Cambio Climático de Cancún.
Leterme halagó este viernes el trabajo de la presidencia española, sobre todo el impulso a la Estrategia 2020, la cesión de datos bancarios a Estados Unidos y el servicio europeo de acción exterior, que Bélgica deberá desarrollar. «España ha hecho un buen trabajo. No se ha terminado todavía pero agradezco al primer ministro Zapatero su labor».
La estabilidad financiera es ahora el objetivo de la UE y los belgas se proponen que la agencia europea de supervisión financiera y la reglamentación sobre los fondos especulativos salgan adelante. Recuperar el crecimiento y el empleo es la prioridad, sobre todo, en el sector de las energías renovables.
El primer ministro belga rechaza abrir el debate sobre la reforma del Tratado de Lisboa para reforzar el control financiero sobre los socios, como propone Alemania. Al contrario, dice que quiere aplicar«la letra y el espíritu del Tratado».
Sobre su condición de primer ministro en funciones, Leterme no cree que suponga un problema asumir la presidencia de la UE y relativiza la importancia. «Su papel es facilitar el proceso de toma de decisiones a nivel europeo». Previsiblemente después del verano habrá nuevo gobierno en Bélgica y Leterme asegura que «sea quien sea el que lidere en el futuro el gobierno de Bélgica, estará totalmente preparado para dirigir la Unión». euroXpress