Su origen fue modesto pero de la calle han pasado a las mejores mesas y a acompañar a los mejores manjares. Belgas y franceses están empeñados en adjudicarse la paternidad de esos bastoncitos dorados que se hacen en aceite muy caliente.
En Francia se reivindica la «patata frita Puente Nuevo», que afirman fue inventada por unos vendedores ambulantes instalados en el puente más antiguo de París poco después de la Revolución de 1789. Como prueba aducen que Louis Ferdinand Céline afirma en su gran obra «Viaje al fin de la noche» que «El sabor de las patatas fritas es parisino».
Sin embargo en Bélgica le encuentran un cierto punto belga y sitúan su origen en la localidad de Namur, en el sur del país. A mediados del siglo XVII a los naturales de la localidad les gustaba mucho capturar unos pescaditos pequeños en el río Mosa que comían fritos.
Un año, en medio de un gélido invierno el río se heló y no pudieron pescar. ¿Se conformaron?, ni mucho menos. Cortaron patatas con forma de pescaditos y las frieron... estaban buenísimas e hicieron historia.
A partir de ahí las patatas fritas han tomado caminos diferentes. En Bélgica son partidarios de comerlas mojadas en una salsa y con las manos. Compradas, preferiblemente, en uno de los 5.000 «Fritok»que hay en el país. En Brujas hay un museo dedicado a ellas. Mientras que en Francia llegan a la mesa acompañando a la mejor carne y se comen con tenedor.
Claro que hay una tercera teoría que dice que el origen de las patatas fritas es español y que nada menos que Santa Teresa de Jesús (1515) las consumía. Se sabe que hacía unos emplastos con el tubérculo que aplicaba a los enfermos. En aquella época los alimentos se cocinaban sobre todo fritos así que no es difícil la deducción.
Sea como sea la patata o papa, como la llamaron los Incas, tiene su origen en América de donde la trajeron los exploradores y conquistadores españoles junto con otros muchos vegetales a principios del siglo XVI. En Europa se cultivó la patata por primera vez en las Islas Canarias.
Formas de freír las patatas:
Fritura completa, se introducen en un buen aceite que esté a temperatura más bien fuerte y se sacan cuando tengan un bonito color dorado. De esta forma se hacen las patatas paja, patatas chips o panadera.
Fritura en dos partes, se introducen en buen aceite que esté a temperatura moderada. Cuando estén blandas se sacan y poco antes de comerlas se vuelven a introducir en aceite, esta vez a temperatura alta, hasta que se les hace una especie de costra dorada.
En los dos casos la sal se añade cuando estén fritas. Se deben hacer en pequeñas cantidades y no taparlas porque se ablandarían.
Buen apetito.