El Titanic Belfast es un ambicioso proyecto turístico levantado junto al lugar donde se construyó el transatlántico. Un impresionante edificio diseñado por la firma de arquitectos Civic Arts y Eric R Kuhne & Associates, con seis plantas, 14.000 metros cuadrados y la forma de cuatro proas idénticas a las del Titanic alberga desde este 31 de marzo un centro de interpretación de lo que fue una gran hazaña en la construcción naval y el viaje en barco más famoso de la Historia.
En su construcción se han invertido más de 120 millones de euros y tres años de trabajos para conseguir una atracción turística que los políticos norirlandeses presentan como una nueva imagen de la capital de Ulster, estigmatizada por décadas de violencia, ahora en una era de paz y prosperidad. El efecto Guggenheim en Bilbao es la referencia del éxito.
El centro ofrece un recorrido por nueve secciones, desde la construcción de la nave, una proeza en la ingeniería de la época, hasta una recreación espectacular de sus lujosos interiores, del viaje inaugural y de su hundimiento, con imágenes, sonidos y hasta olores de una tragedia que ha cautivado al mundo. En su primer viaje desde Southampton a Nueva York, el barco chocó contra un iceberg en la noche del 14 de abril de 1912 y se hundió dos horas y cuarenta minutos después en las frías aguas del Atlántico. Murieron 1.400 personas de las 2.200 que viajaban a bordo.
Con realidades, secretos y curiosidades, el Titanic Belfast quiere ofrecer una experiencia emocionante con la que espera convertirse en una de las grandes atracciones turísticas de Europa y atraer a cuatrocientos mil visitantes al año.