Barroso se va a entrevistar con todos los grupos políticos del Parlamento Europeo la próxima semana para convencerles de la bondad de su política para otros cinco años al frente de la Comisión. Pero antes ha presentado las líneas básicas de su programa, en el que no se olvida de los mercados, pero hace hincapié en la Europa de los ciudadanos.
Su prioridad está en superar la crisis económica y preparar ya la salida. Para hacerlo confía en el Programa Europeo de Recuperación. Dice que se trata de conseguir un sistema financiero más ético, robusto y responsable.
Barroso quiere vincular la lucha contra el cambio climático a esa recuperación económica. «Europa se beneficiaría enormemente de las inversiones en nuevas tecnologías con bajas emisiones de carbono de cara a futuros puestos de trabajo y al crecimiento».
Su agenda social pasa ahora a primer plano y el presidente de la Comisión habla de seguir abogando por un empleo decente. Afirma tajante que Europa no permitirá que se vean menoscabados derechos sociales básicos, como los de asociación y huelga. «Y si la globalización pone a prueba nuestra competitividad, nuestra respuesta jamás deberá rebajar nuestros niveles».
El presidente de la Comisión quiere reforzar el papel de la UE como primer exportador mundial utilizando todos los recursos de las políticas exteriores de la UE. Propone eliminar cargas administrativas y dar seguridad jurídica a las empresas para hacer inversiones a largo plazo. Cuenta además con una Agenda Digital europea que fomente definitivamente las inversiones en Internet de alta velocidad.
Un catálogo de buenas intenciones para el que se necesitará mucho dinero. Barroso ya advierte que hay que reformar el Presupuesto de la Unión, trabajar de manera más imaginativa con el Banco Europeo de Inversiones y dar un nuevo marco a las asociaciones público-privadas para encontrar nuevas fuentes de financiación.
Los conservadores del Parlamento Europeo aseguran que Barroso cuenta ya con una mayoría más que suficiente en la Cámara para ser reelegido. Sin embargo, los socialistas le han puesto condiciones y los Verdes se siguen oponiendo. La hoja de ruta que ha presentado ahora no se sale de lo previsto pero quiere dar satisfacción a las demandas de quienes hasta ahora no le apoyan. En cualquier caso, Barroso quiere un trabajo en común junto al Parlamento, como las dos instituciones fuertes de la Unión, frente al Consejo. euroXpress