El jefe del ejecutivo comunitario habla de honda preocupación por lo que ocurre en los mercados de bonos de Italia, España y otros miembros de la eurozona y pide buscar fórmulas para mejorar la efectividad del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, de forma que se frene el contagio de la crisis.
No se dice expresamente, pero se deduce que la idea planteada es aumentar la capacidad del Fondo actual y del que le sustituirá en 2013, que costó meses para poner de acuerdo a los líderes de los países de la zona euro. Ni los 250.000 millones reales con que cuenta el actual fondo de rescate, ni los 500.000 del futuro Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera son suficientes para garantizar la estabilidad del euro. Aparte del segundo rescate griego, los líderes del Eurogrupo abrieron la posibilidad de usar los fondos para comprar bonos soberanos de los Estado o dar líneas de crédito a corto plazo a países en crisis para evitar nuevos rescates. El dinero es escaso para tanta previsión por no hablar de la posibilidad de que hubiera que rescatar a España o Italia.
En su carta, Barroso reconoce además que los acuerdos adoptados por los países del euro el pasado julio no han tenido el efecto deseado en los mercados, por la comunicación indisciplinada, la complejidad y el hecho de que no se hayan completado. Por eso, el presidente de la Comisión Europea pide a los gobiernos que aceleren su aprobación para poder poner en marcha muy pronto los acuerdos.