Las declaraciones de Barroso se dirigen a las críticas lanzadas la semana pasada desde algunos sectores del Partido Socialista francés, que la acusaban de «terquedad egoista». Para el presidente de la Comisión, «la canciller es una de las altas personalidades de Europa que mejor entienden lo que pasa ahora e invierte mucho tiempo y muchas fuerzas en el proyecto europeo». En sus declaraciones al diario alemán añade, «ojalá se pudiera decir lo mismo de todos los jefes de gobierno».
Barroso subraya que la falta de crecimiento económico y el aumento de desempleo en algunas regiones de Europa no son consecuencia de la política alemana o de la UE, sino de «un gasto excesivo, falta de competitividad y acciones irresponsables en los mercados financieros». «Las decisiones del Eurogrupo siempre se toman por unanimidad. Esto es totalmente injusto presentarlo como si las medidas las impusiera un solo país o una sola institución. Yo también soy una víctima de estos intentos», explica Barroso.
Recientemente los socialistas franceses han expresado fuertes críticas a la austeridad practicada en la zona euro y el nuevo líder italiano Enrico Letta sostuvo que la recuperación no podía esperar. Hace unos días el presidente de la Comisión, admitió que la austeridad a toda costa no era una panacea, y ponía en tela de juicio la política de lucha contra el déficit público.
Precisamente el ministro de economía alemán, el liberal Philipp Rösler, ha dicho de Barroso que «es irresponsable que un presidente de la Comisión Europea desafíe la política de consolidación fiscal» que defiende Alemania. Ese país, varios políticos liberales y conservadores, que forman coalición, han criticado el plazo de dos años que Bruselas ha dado a Francia, para que reduzca el déficit público. Rösler, que ha participado en el Congreso del FDP para preparar las elecciones de septiembre, donde su partido puede sufrir una debacle, ha dicho que «los Estados europeos tienen el deber de consolidar sus presupuestos.
El ministro alemán de finanzas, Wolfgang Schäuble, ha defendido la decisión de la Comisión Europea de dar un respiro a Francia y España y en una entrevista este domingo ha dicho que «el pacto de estabilidad permite cierta flexibilidad en las reglas».