Irlanda podría quedarse sin representación en la Comisión Europea, si el Tratado de Lisboa no es ratificado. El presidente José Manuel Durao Barroso ha hecho esa advertencia, en declaraciones a The Irish Times, durante su visita al país que votará en referéndum el Tratado el 2 de octubre.
Para eliminar los miedos de los irlandeses a tener un papel menor en la Unión Europea, los 27 acomodaron el Tratado de Lisboa y mantuvieron una Comisión con 27 miembros, a costa de su efectividad. De modo que si el nuevo Tratado no se aprueba, el actual Tratado de Niza obliga a reducir el número de comisarios.
Barroso dice que no es una amenaza, pero añade que «el único modo de asegurar que Irlanda siempre tendrá un comisario es votar sí».
El presidente de la Comisión ha repetido las ventajas que el Tratado aporta, al aumentar el papel de los parlamentos nacionales en la toma de decisiones y los mecanismos que incluye para implementar las políticas europeas en libertad, seguridad y justicia, aquellos asuntos que inclinaron a los irlandeses a votar no el año pasado, por temer que se hacían demasiadas cesiones de soberanía a la UE.
Según Barroso, un voto negativo crearía incertidumbre sobre el papel de Irlanda en Europa y repercutiría en el empleo y la inversión. Sin embargo dice que «tiene que quedar claro que no son amenazas en absoluto, pero la campaña se tiene que basar en hechos y no en temores».
Las últimas encuestas aseguran el triunfo del sí en el referéndum. euroXpress