Todavía está llena de escombros la zona alrededor del edificio Rana Plaza, en Dacca, tras su derrumbe en abril. Murieron 1.129 personas, en su mayoría trabajadores de empresas textiles. El accidente se debió a la violación de las normas de construcción... y las responsabilidades se diluyeron rápidamente.
Desde entonces, los esfuerzos de la UE -principal socio comercial del sector textil de Bangladesh – se han volcado en exigir al país mayor compromiso con sus trabajadores y unas condiciones laborales dignas, si quieren seguir manteniendo sus privilegios comerciales.
«Bangladesh no puede dar por descontadas las preferencias comerciales que disfruta actualmente», ha avisado el comisario de Comercio, Karel de Gucht. «La UE podría considerar las medidas apropiadas si no hay progresos para los trabajadores de Bangladesh o los progresos son insuficientes», ha apuntado.
Bangladesh se beneficia de acceso libre de impuestos al mercado de la UE para todos sus productos bajo la iniciativa «Todo Menos Armas» (EBA), que cubre el 60% de las exportaciones de Bangladesh. Los privilegios comerciales son especialmente importantes para el comercio textil y, por lo tanto, para la generación de empleo e ingresos para millones de personas en Bangladesh. Sin embargo, con el fin de seguir beneficiándose de este sistema, hay ciertas condiciones legales que deben cumplirse: deben respetarse los derechos humanos y laborales y es importante que Bangladesh muestre un progreso sustentado en la mejora de sus derechos laborales y en los convenios fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo.
Pacto de sostenibilidad para el trabajo seguro y responsable
El «Pacto de Sostenibilidad», suscrito este lunes con la UE en Ginebra, pretende mejorar las condiciones de trabajo, salud y seguridad para los trabajadores, así como fomentar el comportamiento responsable de las empresas de la industria textil en Bangladesh.
A la iniciativa del Comisario de Comercio Karel De Gucht, se han unido la ministra de Asuntos Exteriores, Dipu Moni y el director de la Organización Internacional del Trabajo, Guy Ryder. Los representantes de los fabricantes, los principales importadores europeos, los sindicatos y otras partes interesadas que apoyan la iniciativa también estuvieron presentes en la firma del acuerdo.
«Está claro que tenemos que unir fuerzas para poder mejorar las condiciones laborales de los miles de trabajadores de Bangladesh en la industria textil», ha dicho el comisario De Gucht. «Este Pacto es la base y ahora tenemos que hacer todo lo posible para que sea una realidad y para que podamos evitar otra tragedia como la del Rana Plaza».
La iniciativa, cuyo título completo es «Pacto para la mejora continua de los derechos laborales y de seguridad en las fábricas de la confección e industria de prendas de punto en Bangladesh», enumera los compromisos concretos para actuar dentro de los plazos marcados. Estos son:
La reforma de la Ley del Trabajo de Bangladesh para fortalecer los derechos de los trabajadores, en particular en materia de libertad de asociación y el derecho a la negociación colectiva, y para mejorar la salud y seguridad en el trabajo. Una nueva Ley del Trabajo debe estar vigente antes de finales de 2013. La OIT seguirá de cerca la aplicación efectiva de la nueva legislación.
Reclutamiento de 200 inspectores adicionales para finales de 2013, como parte de los esfuerzos para garantizar visitas periódicas a las fábricas y evaluarlas en términos de condiciones de trabajo, incluida la seguridad y la salud en el trabajo, y el cumplimiento de las leyes laborales.
Mejorar la capacidad y la seguridad contra incendios y la seguridad en la estructura de los edificios de aquí a 2014. La OIT ayudará a coordinar esfuerzos y movilizar recursos técnicos.
El Gobierno de Bangladesh se ha comprometido a cumplir estos compromisos y a la iniciativa se han unido unas 70 importantes cadenas de distribución que se han comprometido este lunes ante los sindicatos bengalíes a inspeccionar todas las plantas textiles del país y a efectuar los trabajos de seguridad indispensables. Estas cadenas internacionales, entre las que están la francesa Carrefour y la británica Tesco, firmaron un acuerdo jurídico vinculante tras el derrumbe en abril que han reafirmado ahora ante la UE.
Europa, motor del crecimiento en Bangladesh
El acceso libre de impuestos ofrecido por los países occidentales y los bajos salarios han ayudado a convertir a las exportaciones de prendas de vestir de Bangladesh en una industria de 14.400 millones de euros (19.000 millones de dólares) al año, con el 60 por ciento de la ropa con destino a Europa, el mayor socio comercial de Bangladesh. Las exportaciones totales de Bangladesh a Bruselas ascendieron a 9.200 millones en 2012, el 10% del PIB del país.
Cerca de 3,6 millones de personas trabajan en la industria de las prendas de vestir de Bangladesh, el segundo mayor exportador de estos artículos en el mundo, detrás de China. La confección es un motor de crecimiento económico sostenido en el país, que en las últimas dos décadas ha ayudado a reducir la pobreza del 60% al 30% de la población. La industria emplea sobre todo a mujeres, algunas de las cuales ganan menos de 38 dólares al mes.
La UE, según ha manifestado en palabras del comisario de Comercio, Karel de Gucht, «está convencida de que todas las empresas deben respetar las normas del trabajo a lo largo de la cadena de suministro en línea siguiendo principios de Responsabilidad Social Corporativa reconocidos a nivel internacional y a través del diálogo con los representantes de los trabajadores». En este sentido, ha añadido, el «Acuerdo sobre Fuego y Seguridad en la Construcción», firmado hasta ahora por más de 65 empresas, en su mayoría europeas, de confección al por mayor y de distribución de moda, que se abastecen en Bangladesh, es una primera respuesta concreta.
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