En su primer discurso desde hace siete meses y de su primera aparición pública desde una entrevista en la televisión rusa el pasado noviembre, Bachar al Assad ha afirmado que la guerra no es contra la opsición sino contra los «enemigos de la patria».
El discurso, que ha sido retransmitido en directo por la televisión oficial siria, ha tenido lugar en la Casa de la Cultura y de las Artes, en el centro de Damasco, donde al Assad ha estado rodeado de partidarios que le han aclamado sin cesar gritando «nosotros nos sacrificaremos por ti en cuerpo y alma».
Al Assad ha dicho: «Estamos en estado de guerra en el sentido más amplio del término». «En esta guerra participan un puñado de sirios y numerosos extranjeros. De hecho, es una guerra para defender a la nación».
Ha propuesto la celebración de una conferencia de «recociliación» en la que participen aquellos que «no han traicionado a Siria», a continuación se nombraría un nuevo gobierno y se decretaría una amnistía.
Tras el discurso, la oposición siria han dicho que no negociarán a menos que el presidente deje el poder. Un portavoz de Exteriores de la UE ha afirmado que están «leyendo con mucha atención el discurso» por si hubiera algo nuevo en él, pero ha reiterado: «mantenemos nuestra postura: Al Assad debe retirarse y permitir el inicio de una transición política».
Reino Unido ha sido más contundente, el ministro de Exteriores, William Hague, ha escrito en su cuenta oficial de Twitter «El discurso de Al Assad ha ido más allá de la hipocresía. Las muertes, la violencia y la opresión que envuelven a Siria han sido obra suya. Sus promesas vacías de reforma no engañan a nadie».
Según la ONU, en los 21 meses que dura el conflicto han muerto 60.000 personas.