La niños y las familias se han visto particularmente afectados por la crisis en España, alrededor del 29,9 % de los niños están en riesgo de pobreza y exclusión social en este momento. Una cifra por encima de la media de la UE que es del 27,1 %.
Los niños de familias monoparentales y los de familias en las que todos sus miembros están sin empleo son los más vulnerables a la pobreza.
El seminario organizado por la CE, al que han asistido representantes de la administración central, de las Comunidades autónomas y de asociaciones activas en ese ámbito, ha tenido como objetivo informar, sobre los principales instrumentos financieros de la UE y, contribuir a crear un espacio donde las autoridades que van a gestionar las futuras ayudas, puedan comparar sus experiencias y proyectos.
Con una dotación total de 7.478 millones de euros para España entre 2014-2020 (de los cuales el 20 % se destinará a la inclusión social), el Fondo Social Europeo (FSE) puede desempeñar un papel crucial en el apoyo a la infancia: por ejemplo ayudando a los padres a acceder al mercado de trabajo y mejorando el acceso a los servicios de atención infantil y educación preescolar y la calidad de los mismos.
Además, el recientemente aprobado Fondo de ayuda europeo para las personas más desfavorecidas (FEAD) puede, entre otras cosas, abordar la privación material infantil y completar las medidas adoptadas en el marco del FSE. La asignación para España en el FEAD asciende a 499 millones de euros a precios de 2011.
Invertir en los niños es invertir en el futuro
Invertir ahora en lo social ayuda a los Estados miembros a no tener que pagar facturas sociales y financieras mucho mayores en el futuro. La Comisión Europea ha exhortado en 2013 a los Estados miembros a dar prioridad a la inversión social y a modernizar el estado de bienestar. Esto significa aplicar mejores estrategias de inclusión activa y hacer un uso más eficiente y eficaz de los presupuestos sociales.
La Comunicación proporcionaba asimismo una orientación a los Estados miembros sobre la mejor manera de utilizar la ayuda financiera de la UE, en particular del Fondo Social Europeo, para aplicar los objetivos señalados.
Invertir en los niños y los jóvenes es especialmente eficaz para romper los ciclos intergeneracionales de pobreza y exclusión social y mejorar las oportunidades de las personas a lo largo de su vida.