Hace una semana que estalló la violencia entre clanes en Kirguistán, la UE ha acudido con gran rapidez en ayuda de los damnificados destinando 5 millones de euros para asistencia urgente. La Comisaria de Cooperación Internacional, Kristalina Georgieva, ha explicado cual es la situación, que ha definido como grave «Hay numerosas víctimas y civiles inocentes que han tenido que huir de sus casas para seguir con vida. Según los informes al menos 75.000 personas han llegado a Uzbequistán y decenas de miles se amontonan en la frontera esperando entrar».
Las ayudas serán gestionadas por medio de ONG que están en la región y organizaciones de las Naciones Unidas, se destinarán tanto a la población Kirguís como a la Uzbeka, las dos etnias principales de la zona.
¿Qué pasa en Kirguistán?
Desde hace semanas el sur del país estaba registrando episodios de violencia pero cuando la presidenta interina, Rosa Otunbaieva, había asegurado que parecía volver la calma, tiros de artillería y explosiones aterraron a la población de la ciudad de Och que huyeron hacia Uzbekistán, sobre todo las mujeres y los niños. A su llegada contaron escenas de torturas y violaciones, al menos 178 personas han muerto y 1860 heridas.
Históricamente, las relaciones entre las dos minorías son tensas pero no parece que sean problemas étnicos los que han hecho estallar la violencia. Algunas voces apuntan al presidente depuesto y refugiado en Bielorrusia, Kurmanbek Bakiyev, de estar detrás del intento de desestabilizar al país. El hijo de Bakiev ha sido detenido en Reino Unido, cuando descendía de un avión privado, acusado de haber pagado a los atacantes. La Interpol lo buscaba a instancia de la fiscalía General Kirguís que le acusa de apropiarse de 35 millones de dólares de una préstamo ruso.
Kirguistán es un pequeño y pobre país de 5 millones de habitantes que tiene una enorme importancia estratégica. Rusia tiene allí una base militar igual que los Estados Unidos. Por este país pasa la mayor parte de los soldados destinados en Afganistán, también China tiene interés en mantener la estabilidad en la zona.
El origen de esta violencia, la peor desde 1990, se puede situar a principios de abril cuando el presidente Bakiyev, fue derrocado por sectores de la oposición, apoyados por el ejército nacional, Rusia y una revuelta popular que no soportaba el autoritarismo y la escandalosa corrupción del presidente que le sacaba mucho partido a los alquileres que Rusia y Estados Unidos pagan por sus bases.