En Darfur y el Sur de Sudán se agrava la situación y crece la crisis humanitaria que desde hace siete años azota a la región como consecuencia de una guerra civil que dura desde hace más de veinte años. La Unión Europea acaba de firmar un acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos de la ONU por el que va a aportar 46 millones de euros para llevar «asistencia alimentaria inmediata» a los desplazados por la violencia.
Los fondos se van a destinar sobre todo a la distribución de alimentos en general y para comida suplementaria. La ayuda podría llegar a 4 millones de personas en Darfur y a otros 4,3 millones en el Sur del país. Aunque hay un problema añadido debido a que es difícil repartir la ayuda. Los trabajadores humanitarios corren verdadero peligro.
Según informes de la ONU, el mes de mayo ha sido uno de los más sangrientos desde que la misión de paz conjunta de la ONU y la Unión Africana (MINUAD) están en la región. Los enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas del gobierno han producido más de cuatrocientos muertos, mientras que los combates entre tribus árabes rivales son responsables del resto.
Darfur, una región tan grande como Francia donde cientos de miles de personas se mueren de hambre y miseria, tiene importantes yacimientos de oro, uranio y una de las mayores reservas subterránea de agua de todo el continente africano. Además en 2005 se descubrió una gran cantidad de petróleo. También el crudo pone en peligro a los habitantes del Sur de Sudán.