Este programa se basa en otros anteriores de la UE que han contribuido a reducir la superficie de cultivo de coca en Bolivia. En 2011 se redujo un 12 % y un 7 % en 2012. El comisario de Cooperación, Andris Piebalgs comienza este lunes una visita de tres días a Bolivia donde hará un balance de la ayuda que la UE ha prestado hasta ahora al país y se reunirá con el presidente Evo Morales.

Se calcula que el programa llegará a unas 80.000 familias de agricultores y que podrá alcanzar de forma indirecta hasta 400.000 personas. Bolivia es uno de los tres países del mundo productores de coca, materia prima de la que se fabrica la pasta de coca y la cocaína.

La nueva Constitución de Bolivia considera la coca en su estado natural como parte del patrimonio cultural del país y la producción, consumo e industrialización están regulados por la ley. La UE ha participado en los últimos catorce años con 119 millones de euros, 69 de ellos en los últimos siete años, en la lucha contra la droga en Bolivia.

El programa de apoyo para políticas sectoriales o PAPS (Programa de Alivio de la Pobreza) beneficiará a las zonas cocaleras de Yungas de la Paz y el Trópico de Cochabamba ofreciendo formación en capacitación a las mujeres para que puedan participar en la toma de decisiones de sus comunidades.

Promoverá la inversión en medios de desarrollo alternativos en las zonas de cultivo de coca para reducir la superficie de siembra a los límites legales, y promocionar otros productos como plátano, cacao, café, cítricos o palmitos.

La ayuda de la UE en Bolivia está dirigida en estos momentos hacia tres ámbitos prioritarios, creación de oportunidades económicas y empleos decentes (70 millones de euros), lucha contra la droga (69 millones de euros) y gestión sostenible de los recursos nacionales (102 millones de euros).

El país es el mayor beneficiario de ayuda de la UE. Entre 2007 a 2013 ha recibido 241 millones de euros, el 50 % de toda la ayuda extranjera que recibe. La visita de Piebalgs servirá para confirmar que seguirá teniendo ayudas de la UE procedentes del Instrumento de Cooperación al Desarrollo (ICD) en el próximo presupuesto multianual de la UE (2014-2020).

Bolivia ha pasado en seis años de ser una economía de renta baja a ser una economía de renta media-baja y ha avanzado en sus Objetivos de desarrollo del Milenio (ODM).

Según el ministerio de Economía y Hacienda boliviano la incidencia de la pobreza moderada ha pasado del 64,8 % en 1996 al 51,3 % en 2009 y la pobreza extrema del 41,2 % en 1996 al 20,9 % en 2011. La financiación externa se ha ido reduciendo de forma que en estos momentos solo el 0,5 % del Producto Interior Bruto (PIB) es ayuda al desarrollo.

Aunque todavía es el país más pobre de América Latina, según el último censo el 44 % de los hogares carece de agua potable; casi el 36 % de la población no tiene electricidad; y menos del 10 % de los bolivianos tiene conexión a Internet.