La UE aportará 10 millones de euros para ayudar a Corea del Norte que está en una situación de extrema necesidad. Expertos de la UE han visitado el país para comprobar la realidad sobre el terreno ya que la credibilidad del gobierno coreano está por los suelos. En otras ocasiones las ayudas que ha recibido han ido a manos del ejército y no a las de la población necesitada.
La UE ha pactado un estricto sistema de vigilancia. Los 10 millones de euros evitarán que unas 650.000 personas sigan pasando hambre en las provincias del Norte y del Este durante el peor periodo de un año especialmente malo en producción de alimentos. La ayuda de la UE se distribuirá a los niños de menos de 5 años de edad que ya han pasado por el hospital a causa de malnutrición aguda. También llegará la comida a las mujeres embarazadas, a las que están dando de mamar, a los enfermos hospitalizados y a los ancianos.
El mes pasado un grupo de expertos de ayuda humanitaria de la UE visitaron Corea del Norte para comprobar la situación. Estuvieron en hospitales, clínicas, guarderías, mercados, cooperativas agrícolas y centros estatales de distribución de comida, donde comprobaron que el problema crónico de malnutrición de Corea del Norte se está convirtiendo en crisis aguda en algunas provincias.
La comisaria de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, ha dicho que si se descubre que la ayuda no llega a su destino, es decir, a los más débiles, se suspenderá inmediatamente. Los expertos europeos han podido constatar que las raciónes de comida que distribuye el Estado, y de las que dependen dos tercios de la población, se han reducido en los últimos meses de 400gr de cereal por persona y día a 150gr, un pequeño bol de arroz. Lo que significa menos de 400 calorías, una quinta parte de las necesidades nutricionales diarias.
La situación es tan angustiosa que los norcoreanos están comiendo hierba literalmente. El reparto de comida estará supervisado por el Programa Alimentario Mundial (PAM) de la ONU.