Alemania es el principal productor europeo de carne de cerdo y su influencia sobre la evolución de las cotizaciones resulta decisiva. Esta campaña, a raíz del veto ruso que Moscú ha decidido prorrogar un año más, los ganaderos alemanes están canalizando a través de Europa la parte de su producción de porcino que ya no pueden hacer llegar a Rusia y la estrategia que están empleando para conseguirlo se basa en ofertar la carne a precios muy bajos con las consiguientes e indeseables repercusiones que esa maniobra está teniendo sobre el conjunto del mercado europeo del porcino.
Los últimos datos al respecto no dejan lugar a dudas sobre las causas que están originando esta crisis, ya que mientras Alemania ofrece el kilo de carne de cerdo a 1,09 euros, el precio en España y Francia se sitúa en 1,26 y en 1,25 euros respectivamente. El resultado de esa tendencia bajista en materia de cotizaciones que lidera Alemania, pero a la que también se suman países como Holanda con ofertas de 1,04 euros por kilo, es que las producciones españolas y francesas chocan con enormes dificultades a la hora de dar salida a su mercancía en un contexto saturado por la presencia de porcino alemán a precios muy bajos.
«La situación es explosiva –comenta el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado– y la Unión Europea debe tomar cartas en el asunto cuanto antes e investigar si Alemania está contraviniendo la legislación porque sus cotizaciones se sitúan por debajo de los costes de producción y con ese tipo de actuaciones está distorsionando gravemente el funcionamiento del mercado».
La reacción de los ganaderos franceses no se ha hecho esperar y hace unos días asaltaron camiones españoles y de otros países que transportaban carne de cerdo, al tiempo que amenazan con llevar a cabo nuevos ataques. Aguado califica de «inaceptables estos comportamientos violentos y mafiosos», y exige «que la Unión Europea sancione a Francia de manera ejemplar por no ser capaz de garantizar la libre circulación de mercancías». Además, el presidente de AVA-ASAJA agrega al respecto que «los productores galos de porcino tienen su punto de mira muy desviado y se equivocan por completo de enemigo cuando atacan los intereses de los ganaderos de porcino español, puesto que aquí este sector está atravesando una situación tan dura y complicada como en Francia».
La crisis del porcino en España puede agravarse todavía más después del verano. Los productores advierten de que el fin de la temporada turística reducirá el consumo de este tipo de carne, una circunstancia que, unida a los elevados «stocks» que se acumulan en los frigoríficos de los mataderos, permite augurar un acusadísimo hundimiento de las cotizaciones.
Por último, Cristóbal Aguado, recuerda que el detonante último de lo que está sucediendo en el mercado europeo del porcino se encuentra en las nefastas consecuencias que el veto ruso está teniendo sobre el conjunto del sector agropecuario, por lo que exige a los responsables políticos de la UE que «se sienten a negociar de una vez por todas y solucionen un problema que se prolonga desde hace ya demasiado tiempo y cuyas nefastas consecuencias estamos pagando los agricultores y los ganaderos»