Cabe preguntarse si los problemas de Grecia destruirán la unión monetaria europea o revelarán la forma en que puede salvarse. El último y polémico acuerdo de rescate (que algunos compararon con el Tratado de Versalles de 1919, en el que Grecia ocuparía el lugar de la Alemania de entonces) es el último giro de la saga existencial de la eurozona.