Fin de semana de mayo con buen pronóstico: algo se inaugura y nos promete placer. No es poca cosa... en los tiempos que corren. Retrocedemos en el tiempo. Hacemos un ejercicio de «show life» y pausadamente, bebiéndonos la «mañana», nos dirigimos hacia la zona de Delicias, cerca de Atocha, en el centro de Madrid. Allí comenzaremos un recorrido que nos va hacer experimentar y evocar sensaciones de siglos pasados.
Lo que durante mucho tiempo ha permanecido recogido, anónimo y sin noticias extraordinarias, merece en un «santo día», adquirir el brillo puntual de la popularidad. Y ésto es lo que ha pasado hace unos meses, en Bricco Marmoritto de Portacomaro Stazione, una población piamontesa llena de sosiego, trabajo y autenticidad.