A la ralentización por la que atraviesa la economía brasileña se le suman las dificultades de uno de sus principales socios comerciales. El sector industrial brasileño cerró 2013 con una expansión de solo 0,3%. A este pobre resultado se le agrega, de cara a 2014, el agravante de las turbulencias económicas de su socio estratégico. Resulta que el principal destino de las exportaciones industriales brasileñas es justamente la Argentina.
Brasil, la potencia emergente, la nación que supo ocupar durante el primer decenio del siglo XXI los titulares de la prensa internacional por sus extraordinarias conquistas, cierra un 2013 plagado de interrogantes y comienza un delicado 2014, con dos puntos de interés: la Copa del Mundo de fútbol y las elecciones presidenciales, donde Dilma Roussef se juega un segundo mandato.
La pasada semana el Mercosur celebró una nueva cumbre. Ministros y cancilleres se dieron cita en Caracas para reactivar la agenda regional. Uno de los temas que se trataron fue la reanudación de las negociaciones entre ese organismo regional y la Unión Europea. Después de 13 años los dos bloques se vigilan pero sin dar un paso adelante.
En el avión que lo trasladaba de regreso al Vaticano, el papa Francisco ha insistido en que de momento la Iglesia no tiene previsto abrir las puertas del sacerdocio a las mujeres. Se ha mostrado partidario de realizar una profunda Teología de la mujer, pero «las puertas del sacerdocio están cerradas». Sin entrar en detalles, ha pedido una aceptación social de los gays.
La ciudad de Rio de Janeiro se prepara para albergar desde este martes la XXVIII edición de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). El evento, que contará con la presencia del Papa Francisco, convocará a 1,5 millones de fieles de todo el mundo. Un acontecimiento de envergadura global que atraerá más turistas incluso que el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos.
Dilma Rousseff convocó en el Palácio do Planalto a los 27 gobernadores brasileños y a los 26 intendentes de esas capitales (Brasilia DF no tiene intendente) para debatir un gran pacto nacional. La mandataria busca así una respuesta más activa a las demandas de la ciudadanía.
Los brasileños han dejado por un momento apartado el fútbol, una de las cosas que más aman, para denunciar la carestía de vida y la corrupción. En medio de la celebración de la Copa Confederaciones de fútbol y a un año de que se dispute el Mundial de Fútbol, miles de personas han salido en 20 ciudades del país para pedir que el desarrollo económico no se olvide de los ciudadanos y sus problemas cotidianos.