El actual conflicto entre el gobierno griego de Alexis Tsipras y el eurogrupo no se limita a medidas de austeridad, reformas o pago de deudas. Detrás de esta tragedia griega late una tensión entre la refinada norma democrática de conceder más poder de decisión a los ciudadanos sobre la política gubernamental, y la paulatina tendencia a tomar decisiones políticas importantes sin la intervención directa de los votantes.