La crisis en Ucrania plantea el desafío más grave para la seguridad europea desde el final de la guerra fría, y pone de relieve la urgente necesidad de remodelar la seguridad europea para que sea capaz de gestionar el nuevo entorno que se ha desarrollado en la región. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa ( OSCE) es el único actor capaz de traer la crisis actual a su fin, la construcción de la paz a largo plazo y la estabilidad en Ucrania y la región en general.