Con el triunfo del PP en España, solo tres de los 27 países de la Unión Europea tienen gobiernos que pueden considerarse de izquierdas y no están entre los grandes: Austria, Chipre y Eslovenia. Aunque las circunstancias nacionales mandan, la gestión de la crisis económica y financiera ha hecho mella. Hace solo un año el sur de Europa tenía color progresista. En unos meses, empujados por los mercados, Portugal, Grecia y España han prescindido de sus respectivos líderes socialistas.
Hablamos con Federico Steinberg, investigador principal de Economía y Comercio Internacional del Real Instituto Elcano
Todas las alarmas en la eurozona están disparadas ante la subida de la prima de riesgo de España e Italia. Los mercados se muestran voraces y ya no solo ante los países periféricos, a pesar de los cambios políticos. Federico Steinberg, en esta entrevista para euroXpress, confía en una decidida compra de deuda por parte del Banco Central Europeo para frenar la crisis y cree que Alemania, con su oposición a la intervención del BCE, está jugando a la ruleta rusa.
La crisis de la eurozona marca la agenda política de los gobiernos europeos, pero no la de los candidatos españoles a las elecciones del 20N. Rajoy y Rubalcaba esquivan como pueden la dependencia española de lo que se decide en Bruselas en un innecesario alarde de independencia política y económica que solo permite, sin convencer, hacer declaración de intenciones.
Europa vive peligrosamente y la presidencia húngara ha tenido que sortear en los pasados seis meses una crisis financiera que asusta y no termina y acontecimientos imprevistos como las primaveras árabes o el desastre de Fukushima. Desafíos a los que la Unión Europea da respuestas polémicas y no siempre con el respaldo de los ciudadanos. Con todo, en esta entrevista para euroXpress, la embajadora de Hungría en España, Edit Bucsi, cree que se han puesto los mecanismos para cumplir el lema de la presidencia semestral y conseguir una Europa más fuerte.
«Los líderes se refugian en las raíces, vuelven a los egoísmos nacionales de los años treinta, para justificar ante sus ciudadanos las medidas a corto plazo. Nadie pone de relieve la acción de Europa». Crítica observación del expresidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, que podría aplicarse al momento que vive la UE. El Día de Europa se celebra en 2011 con un europeísmo desvalido, con 20 millones de parados, con países al borde de la bancarrota, con unas instituciones incapaces de poner a Europa en su papel internacional en un mundo cambiante y útiles solo para la mediación entre los que mandan.
La Unión Europea ha decidido suspender sus exportaciones de armas a Libia, cuando ya hay constancia de cientos de muertos en la represión de las protestas populares contra el régimen de Gadafi.
Después de décadas de hacer la vista gorda ante el tirano en nombre del petróleo y del freno a la inmigración, Europa le declara enemigo público, como antes a Mubarak o a Ben Alí. Pero el ejercicio de hipocresía nos afecta a todos: políticos interesados, medios de comunicación desinteresados y ciudadanos que hemos preferido el turismo barato a la denuncia.
División entre los 27 ante posibles sanciones a Gadafi Comunicado de los ministros europeos de Exteriores sobre la situación en Libia La UE no prevé problemas de suministro, si Libia corta el gas Los 27 consideran la posibilidad de una intervención militar en Libia