¿Hay que felicitarse, como europeos, por la concesión del Nobel de la Paz a la UE? Para millones de europeos, la sensación debe ser, como mínimo, agridulce. Sin dejar de reconocer los méritos por los que se otorga el galardón, el momento histórico por el que atraviesa Europa no parece merecedor de premios. Las penurias a las que ha llevado la gestión de la crisis en la UE y la evidencia de que los intereses políticos y económicos están por encima del ciudadano son también cuestión de paz.
Para los indignados con la UE por su gestión de la crisis económica, para los que reniegan de Europa por insolidaria, por venderse a los mercados u olvidarse de los pobres, Bruselas tiene un mensaje: la Unión Europea hace política para la gente. La encargada de transmitirlo es la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, que se ha sometido en Cádiz a una especie de Tengo una pregunta para usted y ha demostrado tener respuesta para todo.
Hablamos con Antonis Toumazis, embajador de Chipre en España
Con solo 840.000 habitantes, en el extremo Este del Mediterráneo y la condición de ser la tercera economía más pequeña de la UE, Chipre dirige durante el semestre que acaba de empezar la presidencia del Consejo de la UE. Seis meses en los que deberían plasmarse los acuerdos para terminar con la crisis financiera en Europa. La «isla dividida» asume el reto con humildad y ambición, a la vez. Turquía ha congelado las relaciones con Bruselas durante la presidencia chipriota.Alemania, Francia, Italia y España, las cuatro economías más grandes de la eurozona, llevarán a la próxima cumbre europea una propuesta para dedicar 130.000 millones de euros a medidas de crecimiento y empleo en la UE. Es el 1% del PIB de la Unión y no se ha dicho de dónde saldrá el dinero. El tiempo dirá si es una huída hacia adelante o el último paso atrás del euro.
La UE ha ejercido una presión intolerable sobre los electores griegos para que respaldaran el plan de rescate y el resultado es el apetecido por Bruselas y Berlín. Tras cinco años de recesión, Grecia da otro voto de confianza a Europa, pero no conviene olvidar el resultado obtenido por la izquierda, como aviso para navegantes. La confianza en la UE exige ahora movimientos políticos que demuestren que la solidaridad con Grecia es más que un duro ajuste económico.
Hablamos con Federico Steinberg, investigador principal de Economía y Comercio Internacional del Real Instituto Elcano
Con el acuerdo para recapitalizar a la banca española, la eurozona manda un mensaje a los mercados para despejar dudas, que ahora abre otros interrogantes para España. El profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid, Federico Steinberg, cree que es un buen acuerdo, dadas las circunstancias, pero no tiene dudas de que lo vamos a pagar todos. Eso sí, confía en que la letra pequeña del acuerdo contemple pérdidas también para los bancos y sus accionistas.La pregunta es si otra Europa es posible sin salirse de los límites que marcan los mercados financieros y el neoliberalismo que ha dirigido la política europea desde el comienzo de la crisis. La respuesta se podrá esbozar en el Consejo Europeo informal que se celebra este miércoles en Bruselas, en el debut comunitario del presidente francés, François Hollande, frente a la todopoderosa canciller alemana, Angela Merkel. Definido como «Cumbre del crecimiento», ha levantado expectativas imposibles para dar un mensaje de credibilidad a los mercados y a los ciudadanos. Grecia y España enturbian el debate.