Es primavera en Ucrania, cuando el país se abastece de energía para el invierno, pero Rusia podría adelantar el frío si utiliza sus exportaciones de gas natural como arma para influir en el nuevo gobierno ucraniano. El resto de Europa, que depende de Rusia para recibir un tercio de su suministro de gas, se vería afectada por una interrupción del abastecimiento a Ucrania. El impacto tiene más fuerza en los países del sudeste europeo, que no poseen fuentes alternativas.