El día que cumplió 50 años, Victoria pidió a sus amigos que se dejaran de bombones y flores y le regalaran una fotografía. Ahora, en la pared de un rincón de su casa tiene expuesta toda una galería de personas a las que quiere: marcos que encierran retratos de medio cuerpo, cabezas fijas de fotomatón, imágenes de grupo, incluso algún fotomontaje...