La educación para un desarrollo sostenible ha venido concentrando paulatinamente la preocupación sobre el ambiente, el desarrollo económico y otros aspectos sociales. Desde 1972, cuando se realizó la primera conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Ambiente Humano, en Estocolmo, ha aumentado la conciencia sobre el intrincado vínculo entre la conservación ambiental y el desarrollo humano.