Fernando Cardim de Carvalho
Fernando Cardim de Carvalho

Mientras que la situación política en Brasil parece alcanzar un estado de equilibrio inestable, o más directamente, que la inestabilidad se transforma en un punto muerto, la economía sigue deteriorándose.

La agudización de los conflictos políticos que podrían conducir al colapso absoluto de la economía parece haberse atenuado por el traspaso, el 7 de abril, del poder político real de la presidenta Dilma Rousseff al vicepresidente Michel Temer.

Fernando Cardim de Carvalho

Río de Janeiro, IPS - En enero, cuando la presidenta Dilma Rousseff inició su segundo mandato, los analistas tenían claro que la economía de Brasil estaba en malas condiciones.

A diferencia de su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), Rousseff no ha tenido la suerte de gobernar en un período económico favorable. Y también a diferencia de Lula, Rousseff no es una buena promotora de los productos brasileños y, menos aún, una buena conductora de la economía nacional.

Fernando Cardim de Carvalho

La intensa competencia por la Presidencia de Brasil entre la mandataria, Dilma Rousseff, y el candidato del centroderechista Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), Aécio Neves, se saldó el 26 de octubre con la reelección de Rousseff. Como sucede en las reelecciones, no va a existir un período de «luna de miel» para el gobierno que oficialmente comenzará el 1 de enero de 2015.

Exterior BCE

A los líderes mundiales les ha llevado algún tiempo darse cuenta de que la crisis financiera iniciada tras el colapso del sector de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos en 2007 no agotaría sus efectos en una simple recesión.