La aprobación el 18 de diciembre de 2007 de la primera resolución de la Asamblea General de la ONU llamando a una moratoria de las ejecuciones fue reconocida como un hito en la lucha por la abolición de la pena de muerte en todo el mundo. Es cierto que esto no le permite a la ONU imponer la abolición, pero el valor moral y político de esa resolución es innegable.