No se nota, pero estos son días ajetreados en la capital de Polonia. Mientras se inauguraba la conferencia de la ONU sobre el cambio climático en el Estadio Nacional, al otro lado del río Vístula se congregaba la extrema derecha polaca para su marcha anual por el Día de la Independencia.
El descontento popular contra el proyecto aurífero de una empresa canadiense en la zona rumana de Rosia Montana, en las montañas Apuseni, está creciendo como una bola de nieve. Más de 20.000 personas se sumaron a una manifestación el domingo 15 en Bucarest, y miles más salieron a las calles en otras ciudades de este país del sudeste europeo.
Los ciudadanos búlgaros protestan desde hace más de seis semanas contra la oligarquía y la corrupción en las calles de la capital. Bajo el lema DANSwithme (»danza conmigo», un juego de palabras en inglés con el nombre de los servicios secretos), desde el 14 de junio se realizan manifestaciones diarias en la capital de Bulgaria.
Bulgaria, un mes de movilizaciones pacíficasLos habitantes de la aldea de Zurawlow, en el sudoriental distrito polaco de Grabowiec, ocupan desde el 3 de junio una parcela en la que la empresa estadounidense Chevron planea realizar perforaciones en busca de gas de esquisto. La resistencia de estos agricultores es apenas el último golpe a quienes promueven este combustible en el país.
Rabobank, un banco contra la extracción del gas de esquisto Fracking, cuando la realidad supera a la ficciónBajo el liderazgo de su director general, el brasileño José Graziano da Silva, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) está inmersa en un proceso de profundas reformas para lograr más efectividad en la lucha contra el hambre. «Un elemento transformador en la visión del nuevo director general es crear sinergia entre los diferentes aspectos de nuestro trabajo, para que podamos estar más concentrados y ser más eficientes en la erradicación de la pobreza», explica la directora de la Oficina de Comunicaciones, Asociaciones y Promoción e la FAO, Marcela Villarreal.
La cuarta parte de las mujeres europeas sufren alguna experiencia de violencia doméstica en su vida. Pese a la generalización del fenómeno, la mayoría de las veces se ignora el problema. Pero un vídeo producido en Serbia ha logrado romper el silencio. A primera vista, el audiovisual lanzado en marzo es solo uno más de los que muestran una foto por día en la vida de alguien pero se volvieron virales en el canal de vídeos YouTube.
Cruzar la frontera entre Bélgica y Alemania debería ser una experiencia fluida, sin controles fronterizos, desde que el área de libre circulación de Schengen entró en vigor. Pero allí son normales los chequeos de identidad, pese a que tienen que elaboraruna intrincada lógica que se aplica para probar su legalidad.